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Cinco mil escolares sirios reincorporados a escuelas en Ghouta

Asia/Siria/12 abril 2018/Fuente: Prensa Latina
El Departamento de Educación en la provincia de Damasco-campo informó hoy que ocho escuelas, con una matrícula de cinco mil niños, fueron reabiertas en zonas liberadas de terroristas en ese territorio.
Los centros escolares reiniciaron las clases en las ciudades liberadas de Saqba, Kafer Batna, Ain Tarma, Haza, y Harasta, declaró a medios de prensa el jefe del departamento de Educación en Damasco-Campo, Naher Faraj.

A los referidos ocho planteles ya en funcionamiento se sumarán otros dos la próxima semana en las ciudades de Zamalka y Erbín, en la propia región de Ghouta Oriental, al este de Damasco, precisó la fuente.

Faraj aseguró que el gobierno sirio hace grandes esfuerzos para elevar a 10 mil próximamente la cifra de estudiantes integrados a centros docentes en esa importante área, para lo cual se habilitarán en un futuro nuevas instalaciones de ese tipo.

Junto al incremento del número de escuelas, se requiere la movilización de personal docente adicional, apuntó.

Fuentes educacionales también comunicaron que en planteles de Ghouta Oriental, las autoridades educacionales distribuyeron a los niños de forma gratuita libros, mochilas y otros medios como papelería.

En campamentos de refugio temporal en las zonas de Dweir y Heryali ya asisten a improvisadas aulas unos 15 mil escolares.

Ghouta Oriental, región que fue ocupada por grupos terroristas hasta hace poco tiempo, se reactivan diversos servicios básicos para el bienestar de la población, incluida la entrada en funcionamiento de los recintos educacionales.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=168815&SEO=cinco-mil-escolares-sirios-reincorporados-a-escuelas-en-ghouta
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UNESCO: Derecho a la educación de los refugiados

España/31 de Marzo de 2018/El Ciudadano

La educación es un instrumento poderoso que permite a los niños y adultos que se encuentran social y económicamente marginados salir de la pobreza y participar plenamente en la vida de la comunidad.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, junto a otras organizaciones preparan una serie de eventos sobre el derecho a la educación de los refugiados, que incluyen: una exposición fotográfica sobre la educación de los refugiados; un conjunto de eventos educativos y culturales a lo largo de la semana organizados por el Ayuntamiento de Barcelona; ​​una reunión internacional de expertos, seguida de una conferencia internacional sobre el derecho a la educación de los refugiados.

Esta actividad tendrá lugar en España, Barcelona el 18 y 21 de junio del presente año a las 08:00pm hora local de este país.
Esta reunión internacional de expertos tiene como objetivo alentar y facilitar el aprendizaje entre colegas e  identificar recomendaciones de políticas relevantes al nivel internacional, nacional, regional, local y escolar, en preparación de la Conferencia Internacional que conmemorará el Día Mundial de los Refugiados.

El Derecho a la Educación

Según lo establecido en Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, la educación es un derecho fundamental  y está ligado a la Declaración Universal de Derechos Humanos establecidos en 1948.

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Bangladesh: Maestra trabaja horas extra para darle a un grupo de chicas rohingyas la oportunidad de aprender

Bangladesh/24 de Marzo de 2018/Por: Caroline Gluck

Alinesa tuvo un comienzo tardío en su propia educación. Ahora es una profesora dedicada, y su intención es ayudar a que las jóvenes refugiadas tengan la educación que necesitan.

Desplazada de su tierra natal cuando era niña, Alinesa fue a la escuela por primera vez cuando tenía 11 años, y rápidamente recuperó el tiempo perdido. Ahora tiene 32 años y se convirtió en maestra y defensora de la educación para refugiados, especialmente niñas.

Alinesa huyó de Myanmar con su familia hace 26 años y halló asilo en el distrito costero de Cox’s Bazar, en el sudeste de Bangladesh. Creció allí en el asentamiento de refugiados de Kutupalong, aprovechando las oportunidades educativas que no tuvo en su patria.

Cuando se enteró de que maestros voluntarios estaban organizando nuevas clases nocturnas para los refugiados rohingyas recién llegados, no dudó en inscribirse.

“Tenía muchas ganas de enseñarles”, explica. “Eran de nuestras comunidades y no tuvieron la oportunidad de ir a la escuela. Sentí una gran responsabilidad de enseñarles… Podrían ser nuestros parientes, nuestros vecinos. Quería ayudar”.

El 55 por ciento de los casi 700.000 nuevos refugiados rohingyas son niños. Esta gente huye de la violencia que ocurre en el norte del estado de Rakhine desde agosto. Los factores que limitaron severamente su acceso a la educación incluyen la pobreza, la exclusión social y la inseguridad.

“Sentí una gran responsabilidad de enseñarles… Podrían ser nuestros parientes, nuestros vecinos”.

Alinesa, madre de dos hijos y el único sostén de su familia, dicta clases diurnas en una escuela para niños rohingyas nacidos y registrados en Kutupalong, un asentamiento de refugiados establecido hace más de 25 años. Por la noche, ella enseña otras dos clases de 40 estudiantes en la cercana Ideal Primary School, dirigida por CODEC, socio de ACNUR, también en Kutupalong.

Muchas escuelas y centros temporales de aprendizaje en los asentamientos para refugiados ahora operan en tres turnos. El último turno, conocido como la clase de la tarde, atiende a los refugiados recién llegados. Entre ellos se encuentra Rosina Akhter, de 12 años, que nunca antes había ido a la escuela.

“Estoy muy feliz de tener la oportunidad de estudiar”, dice tímidamente. “No sabía leer ni escribir antes de venir aquí. Ahora estoy aprendiendo”.

Ella explica que su pueblo no contaba con una escuela. La inseguridad y la falta de dinero no le permitieron a ella y a sus hermanos ir a la escuela.

Además, es muy común en Myanmar que las niñas no vayan a la escuela y que ayuden a sus padres con negocios o fincas. Desde que fue aceptada como estudiante, Rosina dice que nunca faltó a clase. Ella ahora sueña con convertirse en maestra como Alinesa.

Por su parte, Alinesa dijo que sus nuevos alumnos son aún más entusiastas que sus otros alumnos. “Tienen un fuerte deseo de aprender porque carecen de oportunidades para ir a la escuela en Myanmar”.

“Mis alumnos pueden aprender y enseñar a otros en su comunidad”, agregó. “Pueden crecer y convertirse en líderes de su comunidad para mostrarles un camino a los demás. Con suerte, cuando se conviertan en adultos, podrán tener más oportunidades”.

Conforme a un informe del ACNUR, solo el 61 por ciento de niños refugiados en todo el mundo están matriculados en la escuela primaria, el 23 por ciento en secundaria y el uno por ciento en educación terciaria.

Esta historia se presenta en “Her Turn” (“Ahora les toca a ellas”), un nuevo informe del ACNUR que revela que las niñas refugiadas en el nivel secundario tienen la mitad de probabilidades de matricularse en la escuela que sus pares hombres, a pesar de que las niñas constituyen la mitad de la población refugiada en edad escolar. 

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/maestra-trabaja-horas-extra-para-darle-a-un-grupo-de-chicas-rohingyas-la-oportunidad-de-aprender/

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Evento UNESCO: Semana sobre el derecho a la educación de los refugiados

Cuándo, hora local: 
Lunes, 18 junio 2018 – 8:00am – Jueves, 21 junio 2018 – 8:00pm
Dónde:
España, Barcelona
Tipo de evento:
Consultative Meeting

Como contribución al Día Mundial de los Refugiados 2018 (20 de junio), la UNESCO, junto con otros socios, organizará una serie de eventos sobre el derecho a la educación de los refugiados, que incluyen: una exposición fotográfica sobre la educación de los refugiados; un conjunto de eventos educativos y culturales a lo largo de la semana organizados por el Ayuntamiento de Barcelona, ​​una reunión internacional de expertos, seguida de una conferencia internacional sobre el derecho a la educación de los refugiados.

La Reunión Internacional de Expertos tiene como objetivo alentar y facilitar el aprendizaje entre colegas y identificar recomendaciones de políticas relevantes al nivel internacional, nacional, regional, local y escolar, en preparación de la Conferencia Internacional que conmemorará el Día Mundial de los Refugiados.

Fuente de la Noticia:

https://es.unesco.org/events/semana-derecho-educacion-refugiados

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UNICEF: Siete años de guerra en Siria

UNICEF/20 de marzo de 2018/Por Rawd Dandashi/Fuente: https://blogs.unicef.org

Un niño de 15 años que perdió un año de escuela cuando se intensificó la violencia en su pueblo de Siria.

Guerra civil
Asedios
Bombardeos
Víctimas
Refugiados

Yo había oído estos términos en clase de historia; eran conceptos abstractos a los que nunca había prestado mucha atención. Pero hace siete años, cuando tenía 11, se convirtieron en una realidad para mí.

2011

Estaba en clase de inglés cuando, de repente, entró el director de la escuela. Me dijo que ese día no iba a irme a mi casa, sino a la de mi tío, que era más segura. Yo no entendía muy bien por qué, pero no le di demasiada importancia. Una hora después, el director volvió para informarme de que una bomba acababa de explotar cerca de la casa de mi tío: al final, tenía que irme a mi casa.

Recuerdo el trayecto a casa en autobús. Calles vacías, caras asustadas asomando por las ventanas, tiroteos, gritos lejanos…

Conforme nos acercábamos a mi casa, el conductor gritó: “niña, ¡prepárate!”. Aceleró, luego pisó el freno con fuerza y abrió la puerta. Yo escuché a mis padres gritar: “¡corre, corre, corre!”. De repente, me vi corriendo hacia mi casa rodeado de disparos de rifles.

Al llegar, no lograba asimilar la gravedad de lo que había ocurrido durante el día. No fue hasta la noche, cuando me informaron de que las escuelas cerrarían hasta nuevo aviso, que me estrellé contra la realidad. Estábamos en guerra.

Lo que siguió después fueron días largos en los que apenas teníamos electricidad, comida o señal en los teléfonos. Yo estaba preocupado por mis hermanos mayores, que vivían en otras partes del país.

En cuanto pudimos salir de la ciudad, nos dirigimos al campo, con la esperanza de encontrar más seguridad. Cuando llegamos a nuestro nuevo hogar, pudimos reunirnos por fin con mi hermano y mi hermana.

2012

Afortunadamente, las escuelas abrieron de nuevo. Sin embargo, no pudimos regresar a casa. Con el fin de reanudar mi educación, comencé a ir a una escuela del campo. Mi padre me llevó a la escuela durante todo el semestre, pasando por puestos de control del ejército y esquivando tiroteos.

Casi al terminar el semestre, la situación empeoró. Por culpa de la violencia, tuvimos que escapar a Damasco, donde nos alojamos con unos familiares.

Para cuando encontré una escuela pública cercana, el segundo semestre había comenzado. Los libros eran diferentes. Todo me suponía un reto: estudiar para los exámenes finales, vivir en un entorno nuevo y ponerme al día con todo lo que me había perdido.

Sin embargo, decidí dar lo mejor de mí. Estudié mucho, día y noche. Y aprobé.

A destroyed classroom with broken benches, twisted metal, dust, and a green boadr on a wall, both riddled with holes made probably from bullets or bomb shrapnel
© UNICEF/Syria/2017/AbdulazizUna escuela primaria de la parte rural de Damasco, Siria, destrozada por la violencia continua de la zona.

2013

El bombardeo de Damasco se intensificaba cada día, cada vez iba a peor. Al final, decidimos regresar a casa.

Por primera vez en mucho tiempo, en mi ciudad la situación parecía estar más estable. Seguíamos teniendo precaución, pero ya nos habíamos acostumbrado al malestar y tratamos de seguir adelante con nuestras vidas. Yo me matriculé en una escuela nueva y seguí estudiando.

2014

Las bombas explotaban en nuestro vecindario: los cadáveres y los heridos estaban desperdigados por todas partes. La Media Luna Roja venía y los recogía. Vimos esa escena tantas veces que casi se convirtió en algo habitual. Ese año perdimos a muchas personas queridas.

Los bombardeos se volvieron más violentos. Cuando explotaba una bomba, la gente corría a la zona para ayudar a los heridos, pero al poco tiempo explotaba otra. El número de muertos aumentaba cada día.

Llegados a ese punto, mi hermana decidió mudarse a otra ciudad y mi hermano dejó el país, con la esperanza de encontrar un trabajo y una vida mejor.

2015

En ese momento, mi familia estaba esparcida por el mundo. Solo unos cuantos se quedaron en Siria, haciendo lo posible por mantener la cordura.

Hubo un momento en el que nos volvimos optimistas y creímos ver cerca el final. Poco después, comenzaron los secuestros y las violaciones: el fruto de la guerra.

Una mañana soleada de octubre, secuestraron a mi mejor amigo en su propio barrio mientras daba vueltas con el coche. Sabíamos que lo habían hecho por dinero. Su familia pagó el rescate y su madre prometió que no saldría de casa hasta que regresara su hijo. Él nunca volvió.

A large white van with a red crescent logo on its side makes its way through a rubble filled part of the city.
© UNICEF/Syria/2018/KhabiehUn vehículo de la Media Luna Roja pasa junto a edificios en ruinas, en Douma, Guta Oriental, Siria.

2016

Empezamos a vivir cada día como si fuese el último. Era la única forma de seguir adelante. Sabíamos que podríamos morir en cualquier momento; teníamos la muerte delante de nuestros ojos.

2017

La vida se volvió un poco más soportable. Los familiares que estaban aislados podían venir a visitarnos. Antes, solíamos hablar sobre el restaurante al que queríamos ir o los sitios que podíamos visitar; ahora solo hablábamos de los familiares que se habían ahogado tratando de buscar un refugio en otro país.

Aunque eran momentos terriblemente duros, de vez en cuando nos las arreglábamos para sonreír. Nuestras almas heridas habían dejado de sangrar; en su lugar, se habían formado enormes cicatrices.

2018

Hoy. Ahora.

Escribo este texto recapitulando los últimos siete años de agonía, tortura, tormento, desasosiego, pena y miseria.

Llevo cuatro años sin ver a mi hermano y dos sin ver a mi hermana. Mi mejor amigo sigue sin aparecer; no tengo noticias de él.

Esta guerra interminable ha retrasado mi educación, y sé que tendré que esforzarme al máximo y darlo todo para conseguir buenos resultados.

Las tragedias de los últimos siete años también me han enseñado algo sobre mí mismo. A pesar de haber vivido las situaciones más nefastas y haber perdido a gente a la que quería, he encontrado fuerzas nuevas para salir adelante.

No puedo rendirme ante las circunstancias que me rodean. Tengo que seguir persiguiendo mis sueños. No soy una mera superviviente: soy la creador de mi propio destino.

 

Rawd Dandashi tiene 19 años y vive en Siria.

Fuente de la Noticia:

Siete

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Más de mil niños han muerto en Siria en 2018 a causa del conflicto, según Unicef

Siria/10 de Marzo de 2019/20 Minutos

Cuentan con un convoy listo para entrar en Guta Oriental y atender a los 200.000 niños que allí residen. Las bombas siguen cayendo sobre Guta pese a la tregua humanitaria de la ONU.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha denunciado que más de mil niños han muerto o resultado heridos de gravedad en Siria desde el inicio de 2018 a causa del conflicto. En una rueda de prensa en Ginebra, el director regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, Geert Cappelaere, ha detallado que esta cifra significa que ha muerto un niño cada hora desde que empezó el año en Siria.

«La situación continúa provocando una enorme preocupación desde la perspectiva de los niños», ha dicho Cappelaere, que ha puesto sus esperanzas en la resolución tomada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que aboga por una pausa humanitaria de al menos 30 días.

Un convoy, listo para entrar en Guta Oriental También ha anunciado que desde la aprobación de dicha resolución el pasado sábado, Unicef tiene un convoy preparado para entrar en Duma, dentro de la región de Guta Oriental, donde residen unos 200.000 niños, según el organismo.

Cappelaere ha dicho que Unicef tiene autorización para acceder a la región el próximo 4 de marzo y su carga permitirá atender a 70.000 niños con suministros médicos y de comida.

«No hemos incluido la provisión de suministros educativos ya que la salud y la alimentación son las necesidades más inmediatas y teníamos que priorizar», ha aclarado Cappelaere.

El experto ha asegurado que es consciente de que en otras ocasiones algunos suministros han sido retirados de los convoyes, sobre todo medicinas, aunque se ha mostrado esperanzado de que algo similar no ocurrirá esta vez ya que Unicef no se ha visto tan afectada como otras agencias por estos boicots. Asimismo, ha destacado que los niveles de malnutrición en Guta Oriental son «alarmantes» y que «miles de niños podrían morir» por lo que sus convoyes suministrarán alimentos terapéuticos «que permitirán estabilizar la situación».

«La malnutrición aguda no es una amenaza para la vida de un niño, sin embargo puede serlo en el caso que los niños tengan otros problemas de salud», ha dicho Cappeleare, que ha añadido que «la mala alimentación los debilita de tal forma que un resfriado puede ser letal».

Además, Cappelaere ha recordado que un centenar de niños necesitan ser evacuados de la región, algunos desde hace tiempo, ya sea por problemas de malnutrición, heridas de gravedad u otras enfermedades que no pueden ser tratadas con los recursos disponibles dentro de la provincia.

«Muchos niños pueden quedar marcados de por vida, no porque sus enfermedades no tengan solución sino porque no tienen acceso a ella», añadió, a la vez que recordó que 2,5 millones de niños huyeron del país a causa del conflicto, la mayoría de ellos refugiados en los países vecinos, de los que

un 85% vive en situación de pobreza. Unicef ha hecho un llamamiento a las partes implicadas en el conflicto y a los actores con influencia sobre ellas para detener la guerra a la vez que solicitó garantías de acceso para poder ofrecer la ayuda humanitaria en todas las regiones del país.

Fuente: https://www.20minutos.es/noticia/3278039/0/ninos-muertos-siria-2018-unicef/

 

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La ONU pide más apoyo para los sirios en situación vulnerable, refugiados y comunidades de acogida

Suiza/24 de Febrero de 2018/Autores: Nota de Prensa conjunta de ACNUR, PNUD y OCHA/acnur.org

 El Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, el Administrador del PNUD, Achim Steiner, y el Coordinador de Emergencias de Naciones Unidas, Mark Lowcock, informaron hoy a los Estados miembros de la ONU sobre la crisis de Siria y la necesidad de proporcionar apoyo sostenido a los refugiados y a los países de la región que generosamente los acogen.

“Ahora más que nunca, es esencial mantener y reforzar el apoyo internacional a los países y comunidades vecinos que reciben a la mayor parte de los 5,5 millones de refugiados sirios, como Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Continúan prestando un importante servicio a la humanidad, en un momento en el que en Siria parece prevalecer precisamente la falta de humanidad”, afirmaron los tres altos cargos de la ONU.

“Estamos profundamente afectados y angustiados por la brutalidad y el completo desdén por las vidas de la población civil que observamos en Ghouta Oriental y otras zonas de Siria. «Urgimos a que se produzca un alto el fuego inmediato, a la protección de vidas e infraestructuras civiles, a proporcionar acceso humanitario sin restricciones a Ghouta Oriental, a una rápida evacuación de enfermos y heridos y a proporcionar corredores seguros a los civiles que desean abandonar la zona”, apuntaron.

Los casi siete años de violencia continuada en Siria han desplazado forzosamente a la mitad de la población del país (6,1 millones internamente y 5,5 millones refugiados en la región).

A pesar de la generosidad de los países vecinos, la mayoría de las familias refugiadas sirias –y muchas de las comunidades que los acogen- viven por debajo del umbral de la pobreza y apenas alcanzan a cubrir sus necesidades básicas.

En diciembre del año pasado, las agencias de Naciones Unidas y unas 270 ONG asociadas lanzaron el Plan Regional para los Refugiados y su Resiliencia 2018 (3RP), un plan de 4.000 millones de dólares diseñado para ayudar a más de 5 millones de refugiados sirios y a 3,9 millones de personas de las comunidades que les dan acogida en los países vecinos.

“Es vital que la comunidad internacional continúe apoyando a las familias sirias refugiadas, cuyas necesidades y dificultades aumentan cada día, mes y año que siguen en situación de desplazamiento”, enfatizaron los tres responsables.

Desde su introducción hace cuatro años, el programa 3RP ha estado en la vanguardia de los esfuerzos internacionales para ayudar a los países vecinos a afrontar el impacto de la crisis en Siria, que se está cobrando un coste social y económico cada vez mayor a medida que el conflicto se prolonga. El plan espera ofrecer a las poblaciones refugiadas y a aquellos en situación vulnerable protección, educación, salud, seguridad alimentaria, posibilidades de autosuficiencia, agua y servicios de salud.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/la-onu-pide-mas-apoyo-para-los-sirios-en-situacion-vulnerable-refugiados-y-comunidades-de-acogida/

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