Multipliquemos el placer

Enma Näslund-Hadley

Unos investigadores británicos llegaron a la conclusión de que las fórmulas matemáticas pueden dar a nuestro cerebro el mismo tipo de placer que la música o el arte. Ahora que se acerca el Día Mundial de la Ciencia 2014, no puedo dejar de pensar en cómo podemos lograr que nuestros estudiantes sientan este tipo de placer por las matemáticas y las ciencias.  Los puntajes recientes de la Evaluación Internacional de Aprendizaje de los Alumnos (PISA – por sus siglas en inglés) nos dicen alto y claro que la mayoría de nuestros estudiantes no creen en la belleza de las matemáticas  y las ciencias.

El problema puede ser que en América Latina y el Caribe la enseñanza de las matemáticas se suele limitar a sentarse en un escritorio y sustituir los números en fórmulas. De igual modo, en la clase de ciencias memorizamos hechos y científicos famosos de la historia. Y… ¡admitámoslo! la memorización es igual de emocionante que una visita al médico.

En realidad, las matemáticas y las ciencias van mucho más allá. Se trata de formas y patrones, relaciones espaciales y visualización, razonamiento, resolución de problemas, y hasta de la vida cotidiana. Es una herramienta para entender todo lo que nos rodea. Si las clases de matemáticas y ciencias ayudaran a los estudiantes a ver un panorama más amplio, muchos niños y niñas quedarían enganchados.

No hay una receta única para a atraer a los estudiantes al zen de las matemáticas y las ciencias. Sin embargo, hay muchos enfoques prometedores que pueden llegar a inspirar a responsables de política y educadores. Algunas escuelas y distritos escolares de los Estados Unidos ayudan a sus estudiantes a relacionarse con las Ciencias, Ingeniería,  Tecnología y Matemáticas (STEM – por sus siglas en inglés) mediante el arte (STEAM). El ArtsEdge del Kennedy Center proporciona lecciones del STEAM de composición musical en las cuales los estudiantes aplican el uso de fracciones matemáticas  a la ejecución del ritmo. Además de lograr que las matemáticas y las ciencias sean más atractivas, el arte trae consigo el beneficio de que promueve la creatividad y la innovación, habilidades del siglo 21 claves para que nuestros estudiantes afronten exitosamente los problemas complejos del mundo de hoy.

En el BID hemos colaborado con los Ministerios de Educación de varios países para desarrollar y probar modelos que usan el juego y la práctica para motivar a maestros y estudiantes a que sientan pasión por las matemáticas y las ciencias. Con el modelo Matemáticas para Todos, maestros argentinos de cinco mil escuelas, están utilizando un enfoque pedagógico basado en una obra de teatro que tiene como objetivo dar significado a las matemáticas y promover la comprensión de conceptos matemáticos en sus estudiantes. Su filosofía considera que la inclinación natural de los niños a jugar, no es una distracción, sino un aliado del aprendizaje.

En Paraguay, un contexto que presenta ciertos vacíos en la formación y en la pedagogía del docente, los maestros usan lecciones de audio interactivas que cubren el currículo de matemáticas para preescolar. Estos audios permiten a los estudiantes desarrollar sus habilidades a través de parodias, canciones y juegos. Además, desde que las aulas en Paraguay tienden a ser bilingües, el audio y los materiales escritos combinan español y guaraní.  En Perú, un programa de ciencia y medio ambiente ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades de resolución de conflictos por medio de problemas de la vida diaria que despiertan su interés y estimulan su imaginación.

Aunque los modelos de enseñanza son diferentes, estos enfoques prometedores en el aula tienen algunas cosas en común. En primer lugar, tratan de hacer que las matemáticas y las ciencias sean importantes para el estudiante, haciendo uso de los conocimientos que aportan a la clase. En segundo lugar, el maestro no es ni un conferencista alejado ni un espectador relegado que solo observa pasivamente el descubrimiento de sus estudiantes. Al contrario, el docente guía a los estudiantes en su exploración y les proporciona retroalimentación. En tercer lugar, estos modelos se implementan acompañados de desarrollo profesional intensivo para los profesores que incluye entrenamientos y tutorías en el aula de clase. En cuarto lugar, el ambiente de aprendizaje es “seguro” porque los errores se convierten en oportunidades para aprender. Por último, estos programas van más allá de promover habilidades de pensamiento crítico porque también fomentan las habilidades de pensamiento creativo.

Debemos hacer un esfuerzo por estar preparados para enfrentar los desafíos del mañana. Desde hoy, comprometámonos con despertar la pasión de todos nuestros niños y jóvenes por las matemáticas y las ciencias.

Fuente: http://blogs.iadb.org/educacion/2014/11/07/multipliquemos-el-placer/

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