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Grupo de investigadores presentando libro

Presentan libro La contienda por la educación. Globalización, neocorporativismo y democracia

Artículo inicialmente publicado en La Jornada de Aguas Calientes.

  • El libro está dirigido principalmente a maestros, directivos, estudiantes e investigadores educativos
  • Tiene el objetivo de mejorar la calidad educativa, a través del análisis del sistema, en beneficio de las nuevas generaciones del país

El director general del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), Raúl Silva Perezchica, asistió a la presentación del libro La contienda por la educación. Globalización, neocorporativismo y democracia, del autor Carlos Ornelas Navarro, investigador educativo y primer mexicano que obtuvo el doctorado en Educación por la Universidad de Stanford, en el año 1980.

En este ejercicio, dirigido principalmente a maestros, directivos, estudiantes e investigadores de la educación, el autor realiza un análisis de las reformas educativas en México, a través de una perspectiva de la cultura mundial, así como la teoría del neoimperialismo.

Ornelas Navarro señaló que las diversas reformas, contenidos, ideologías, así como políticas educativas producen cambios, mismos que posteriormente se traducen en transformaciones a las estructuras educativas.

De igual manera, el autor de La contienda por la educación. Globalización, neocorporativismo y democracia, destacó que el material tiene el objetivo de mejorar la calidad educativa, a través del análisis del sistema, en beneficio de las nuevas generaciones del país.

El libro fue presentado por los investigadores educativos Margarita Zorrilla Fierro, Salvador Camacho Sandoval, así como Sergio Cárdenas Denham, quienes hicieron un análisis de la riqueza conceptual, así como de los distintos aspectos que se proponen a favor de la educación y la formación de una ciudadanía competente en pro de la democracia.

Dicho evento, coordinado por el IEA, el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), así como la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), tuvo lugar en el Museo Regional de Historia y se contó con la presencia de directores, así como académicos de Instituciones Formadoras y Actualizadoras de Docentes en Aguascalientes.

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¿Se debe privatizar la educación pública?

Por Julián De Zubiría Samper*

El expresidente Álvaro Uribe ha propuesto privatizar la educación básica. Su argumento es que la calidad de la educación pública es muy mala y le preocupa un posible adoctrinamiento de los estudiantes a manos de sus profesores. Estos son mis argumentos de por qué concluyo que está equivocado y sostengo que el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes es el mejor antídoto contra los dogmas.

El expresidente Uribe tiene toda la razón cuando dice que las verdades únicas, los dogmas y el adoctrinamiento no son buenos en la formación de niños y jóvenes, pero se equivoca al interpretar el problema y, por tanto, al proponer soluciones. Se equivoca al suponer que existen diferencias significativas en la calidad de la educación pública y privada.

En Colombia, los niños y los jóvenes en ambos tipos de instituciones no aprehenden a pensar, leer, escribir, convivir o argumentar. Eso lo sabemos porque poseemos –a cargo del Icfes– el mejor sistema de seguimiento de la educación de América Latina y porque hemos participado en las más importantes pruebas internacionales de evaluación de la educación, como son Pisa, Timms, Pirls, además de que los diagnósticos de la Unesco nos evidencian resultados muy similares. Todas las pruebas, sin excepción, tanto las internas como las externas, nos ratifican lo mismo: la calidad de la educación en Colombia, tanto en los colegios públicos como privados, es extremadamente baja. Si eso es tan claro, ¿por qué entonces el expresidente concluye que es alta la calidad en la educación privada?

El senador comete un error de pensamiento al sobre generalizar a partir de un caso particular. En realidad, un pequeño grupo de colegios, la gran mayoría privados y con nivel socioeconómico y sociocultural muy alto, viene realizando un buen trabajo en la última década. Este grupo está estimado en 600 colegios, lo que representa un 4% del total de las instituciones educativas del país. En estos colegios ha habido procesos positivos de liderazgo pedagógico, de construcción de PEI y comunidad educativa; en ellos hay buenos procesos de selección, formación y evaluación docente. Allí se respeta ampliamente la libertad de cátedra y, gracias a ella, se han realizado significativas modificaciones curriculares. En ellos la autonomía es más alta que en los colegios oficiales, a los cuales la política pública tiene asfixiados con requerimientos burocráticos impertinentes que les exigen las diversas dependencias de las secretarías de educación correspondientes.

En consecuencia, la libertad de cátedra –contrariamente a lo que creen en el Centro Democrático– es fundamental para entender esos avances en la calidad. Salvo en este pequeño grupo de colegios, no se puede inferir que los logros de todos los colegios privados sean mejores; entre otras razones porque sus resultados no son comparables, ya que sus estudiantes provienen de familias con niveles socioeconómicos y culturales muy diferentes. Cuando esta variable se controla –nuevamente en contra de lo que supone el senador– los resultados son idénticos.

Uribe propone continuar la política educativa de Santos, que consistió en transferir 4 billones de pesos al sector privado en un intento por imponer un sistema de financiamiento de la educación por la demanda. Es una idea muy equivocada para la calidad de la educación y para la democracia. Las gigantescas movilizaciones de profes y estudiantes se originaron contra el programa Ser Pilo Paga, germen de dichas transferencias. Los estudiantes se indignaron cuando vieron cómo, literalmente, se caían y asfixiaban financieramente las universidades públicas, mientras las privadas no paraban de construir y crecer. Los estudiantes ganaron el debate, la nación se puso de su lado y acompañó sus luchas y el gobierno de Duque decidió apoyar la educación pública. La propuesta de Uribe sería volver a un pasado ya superado de transferencias generalizadas al sector privado.

La desconfianza del senador Uribe por la educación pública y los profesores es de vieja data. Durante su gobierno se gestó el problema más grave para la educación pública rural del que tengamos noticia. Ésta fue por completo abandonada: se dejó de entregar textos a los colegios rurales, se dejó de formar a sus docentes y directivos, se abandonó cualquier proceso de contextualización y reorganización curricular. Fruto de ello, la educación oficial rural llegó a su nivel más bajo desde que tengamos seguimiento del mismo. Eso se puede verificar para matemáticas y lenguaje y para los grados tercero y quinto de primaria. Durante su gobierno, efectivamente la brecha entre la pública rural y la privada se acentuó de manera escandalosa; es decir, la educación dejó de cumplir el papel de movilizador social, que es su función esencial en una democracia.

El gobierno de Juan Manuel Santos diseñó un programa para revertir la crisis en la que había entrado la educación rural durante Uribe, y de la cual todavía no hemos salido por completo. El programa es conocido como Todos a Aprender (PTA) y a juicio de Jaime Niño (QEPD), ex ministro de educación, ha sido el programa más importante en la educación colombiana en las últimas décadas. El PTA fortaleció la formación in situ, entregó textos y generó un sistema de formación en cascada para 4.000 instituciones y 2 millones de estudiantes, precisamente los que alcanzaban los peores resultados en pruebas de Estado. Muchos de sus docentes desconocían que existiera un MEN, lineamientos curriculares, estándares, bibliotecas, conectividad o textos. Habían sido colegios prácticamente abandonados por el Estado. PTA logró revertir la tendencia y su balance es relativamente positivo: ha fortalecido la comunidad educativa, el clima institucional y ha tenido un impacto positivo para el área de lenguaje, aunque siguen pendientes los resultados en matemáticas.

Sin ninguna duda, la calidad de la educación oficial básica es muy baja en el país. Sin embargo, el diagnóstico del senador Uribe es en extremo injusto con los docentes. El ex presidente concluye que los profes han generado odio y adoctrinamiento y que allí radica el principal problema de la calidad de la educación. En realidad, es muy triste que un ex presidente se refiera en esos términos a los maestros de su país.

El expresidente no se refiere a ninguno de los factores estructurales que explican la baja calidad: los niños de estratos bajos menores de 5 años no reciben educación inicial porque el Estado incumple su derecho constitucional; hay ausencia de política de Estado para la educación en Colombia, existen altos niveles de fragmentación y dispersión curricular y es evidente la baja calidad de la formación de los docentes. Pero lo que no dice Uribe es que ninguno de estos factores es responsabilidad de los docentes, todos recaen casi exclusivamente en el Ministerio de Educación Nacional. La pregunta es: ¿Por qué no se refiere a ellos el expresidente?

Desafortunadamente, no hemos contado en Colombia con una clase política preocupada por la educación y la ciencia, con visión a largo plazo para fortalecer el desarrollo. La obsesión, casi adictiva, de una buena parte de su clase política, ha sido por la participación y el triunfo en las elecciones. En eso, los docentes les llevamos una ventaja enorme a la mayoría de políticos colombianos. Nosotros estamos interesados en formar las próximas generaciones, en tanto el interés de una buena parte de los políticos es ganar las próximas elecciones.

Sin duda, Fecode ha actuado casi exclusivamente movido por criterios gremiales y ha participado muy poco en la reflexión pedagógica nacional; ha formulado muy pocas propuestas de carácter pedagógico y ha bloqueado procesos de evaluación docente pertinentes, que nos ayudarían a mejorar la calidad. Esa es su principal responsabilidad frente a la calidad de la educación. Pero no le podemos endilgar la responsabilidad de la formación, ni del diseño curricular, ni del incumplimiento del derecho a la educación de los menores. En eso el expresidente es muchísimo más responsable que todos los docentes que han trabajado en las últimas décadas. Y esos son los factores claves de la baja calidad de la educación en el país.

La educación no es un problema de derechas ni de izquierdas. Países de todas las tendencias ideológicas han alcanzado resultados excepcionalmente altos. Países del más amplio espectro político entendieron que la ciencia y la educación deben ser una prioridad. Todos ellos contaron con políticas de Estado en educación. Todos ellos crearon consejos nacionales para orientar los procesos educativos. Todos ellos se dedicaron a seleccionar, formar y evaluar de la mejor manera a sus docentes. Todos ellos repensaron sus lineamientos curriculares. Y ninguno de ellos se dedicó a estigmatizar a sus docentes o a perseguirlos. Por el contrario, los seleccionaron con cuidado, los empoderaron, los formaron, confiaron en ellos y, en general, fortalecieron su autonomía.

Lo que necesita el país es mejorar los sistemas de selección, formación y evaluación de docentes. Muy buenos procesos de selección de sus docentes acercarían a la docencia a los mejores egresados de la educación media. Necesitamos docentes altamente valorados y formados, para que desarrollen en sus estudiantes las competencias esenciales para pensar, comunicarse y convivir. Lograrlo implica transformar por completo los arcaicos sistemas de formación que siguen vigentes en Colombia.

El senador tiene razón en que las doctrinas y el pensamiento único no son buenos en la educación, pero la solución a estos problemas no está en la privatización ni en la coacción a la libertad de cátedra. Hay que hacer exactamente lo contrario: fortalecer la libertad de cátedra, de manera que se amplíen los debates y se fortalezca el pensamiento crítico de los estudiantes, que es el mejor antídoto contra los dogmas.

Las democracias necesitan una educación pública robusta y de calidad. Son las dictaduras las que coartan la libertad de cátedra y destruyen la educación pública.

(*) Director del Instituto Alberto Merani y Consultor en educación (@juliandezubiria).

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/se-debe-privatizar-la-educacion-publica-por-julian-de-zubiria/605140

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“Meritocracia”, “Calidad” y Compromiso Educativo

México / 10 de marzo de 2019 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

A principios de febrero de este año, los partidos PRI, PAN, MC y PRD presentaron una iniciativa en la Cámara de Diputados federal, para reformar los artículos 3, 31 y 73 de la Carta Magna. A esa iniciativa se le conoce como la propuesta de “la oposición” política al gobierno de la 4T. Dicha iniciativa fue presentada por un grupo de especialistas e investigadores en educación, y arropada por los legisladores de los partidos mencionados. Entre los elementos destacados de la iniciativa “opositora”, se encuentra la propuesta de reivindicar en el texto Constitucional al “… mérito como principio rector para el ingreso y desarrollo de la carrera docente.”. Sobre esto trata el presente comentario.

Los legisladores y especialistas del campo educativo que firman esa iniciativa “opositora” coinciden en dar “continuidad” a la idea del “mérito”, que ya se había establecido durante las reformas legales en materia educativa de 2013, y que es producto de los acuerdos tomados por las cúpulas políticas dominantes en la coyuntura de hace seis años: Precisamente entre los dirigentes políticos que hoy son oposición (Pacto por México).

La idea de establecer criterios meritocráticos para evaluar al magisterio para ingresar al servicio (y para su promoción), es inherente a la visión de establecer, de manera concreta, los insumos técnicos para definir las evaluaciones de las figuras educativas, (en la iniciativa de referencia se menciona al docente, pero se omiten a las figuras de directivos y asesores técnicos pedagógicos). Esa idea fue presentada en la iniciativa, a través de los siguientes argumentos: “Uno de los componentes más importantes es, sin duda, aquel que indica que la evaluación de los docentes debe efectuarse bajo los principios de legalidad, imparcialidad, transparencia y objetividad. El sistema basado en el mérito previsto en la Constitución promueve la aplicación de estos principios en la evaluación de las y los docentes. El mérito como principio rector contribuye a combatir la opacidad y la discrecionalidad, en tanto que quienes aspiran a ejercer como docentes o a mejorar sus condiciones laborales tienen el derecho de conocer, con anticipación, la información acerca de qué y cómo se va a evaluar, y todo lo relacionado con el proceso, los requisitos y los efectos de las evaluaciones.” … “La medición de mérito debe realizarse por instancias con autonomía plena y técnicamente calificadas para diseñar instrumentos adecuados y adaptados al contexto en donde cada profesor se desenvuelve para poder hacer una interpretación adecuada del mérito y el desempeño docente.” (1)

Una observación crítica con respecto a estas concepciones meritocráticas de la evaluación de las figuras educativas, que reivindica la “oposición” política hoy en día, puede desglosarse mediante dos nociones y líneas de argumentación básicas: 1) La meritocracia como reivindicación de las desigualdades y la inequidad sociales, y 2) La meritocracia como mecanismo de reproducción del “establishment” educativo.

1) La meritocracia como reivindicación de las desigualdades y la inequidad, refiere a las prácticas implícitas que llevan a reproducir la exclusión de grupos sociales durante la evaluación de ingreso y la designación de plazas (o de lugares de matrículas, en el caso de estudiantes de Educación Media Superior y Superior). Este tipo de criterios meritocráticos se ha convertido en una obsesión (como un “deber ser”) para un sector importante de colegas, asesores académicos, “comentócratas”, políticos, legisladores y autoridades educativas diversas durante los últimos años. Sin embargo, hay literatura seria y rigurosa, en la cual se pone en duda la validez universal de la noción del “mérito” como elemento o criterio clave durante los procesos de selección y promoción de los recursos humanos (aún dentro del lenguaje “gerencialista”).

 

Cuando le preguntaron a W. Edwards Deming (1900-1993) estadístico estadounidense, profesor universitario, consultor y creador del novedoso concepto de “calidad total”: “¿Dónde se hace la calidad?”, él contestó: “En la sala de reuniones de la junta directiva”. En efecto, para Deming, la nueva filosofía de la calidad debe derribar algunos mitos como el siguiente: “Culpar a los trabajadores (que solamente son responsables del 15 por ciento de los errores), mientras se pasa por alto el sistema diseñado por los gerentes, que son responsables del 85 por ciento de las consecuencias indeseadas. Creer que no existirían problemas en la producción, si los trabajadores únicamente se centraran en hacer su trabajo de la manera en que se les especificó que debían hacerla”. Para el especialista en calidad y asesor clave en el despegue de la industria japonesa entre 1960 y 1985, “el trabajador no es responsable de los defectos (de los productos o servicios), sino que la mayoría de los defectos se originan en el sistema” (Ver el libro de Rafael Aguayo: El método Deming). Deming afirmó en uno de sus libros, que una de las 7 enfermedades principales de la gerencia, es llevar a cabo la “Evaluación por rendimiento, clasificación de méritos o revisión anual de resultados… (porque) … la evaluación del comportamiento, a través de la calificación por méritos, está centrada en el producto final y no sobre el liderazgo para ayudar a la gente. Se destruye el trabajo en equipo y aumenta la rivalidad”. Repito: Aun dentro del discurso gerencialista, existen cuestionamientos serios al criterio “meritocrático” en los procesos de evaluación del personal.

2) La meritocracia como mecanismo de autoprotección y reproducción del “establishment educativo”. Es un proceso o círculo social seleccionador, basado en el credencialismo, que implícitamente ejerce también la práctica de la exclusión social. Para pertenecer al círculo selecto del servicio profesional docente, por ejemplo, el aspirante debe obtener un resultado como “idóneo”, a través de pruebas estandarizadas, y luego esperar a que las burocracias federales y estatales procedan a destrabar las listas de prelación. Entonces, según la evidencia, no basta con obtener un registro como personal “idóneo”, sino que se requiere que los tomadores de decisiones (la burocracia educativa) asuman o no la pertinencia de la apertura y designación de las plazas.

En Jalisco, por ejemplo, hay un grupo de docentes que concursaron por plazas o por puestos de Asesores Técnicos Pedagógicos (ATP) y que, aun cuando obtuvieron resultados como “idóneos” en sus exámenes de ingreso o promoción, es hora en que la autoridad educativa estatal no libera sus plazas o claves presupuestales. ¿O me equivoco, estimado Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco?

El problema que tenemos en México es que la meritocracia como criterio y como aspiración de reproducción social de las élites, aparece como un procedimiento supuestamente válido o alternativo para frenar las prácticas de corrupción que prevalecieron en el pasado, cuando dirigentes sindicales y funcionarios públicos, federales y estatales, llevaron a cabo la nefasta práctica conocida como “venta de plazas”. Pero es un argumento relativamente insostenible. La pregunta que me hago, al respecto, es: ¿No existe otra manera de equilibrar los criterios para evaluar a los aspirantes, de tal manera que no se reproduzcan las prácticas de exclusión e inequidad? ¿Podríamos generar criterios de evaluación más amplios y equitativos, de tal forma que no se queden fuera del servicio educativo los egresados de las escuelas normales y demás instituciones formadoras de profesionales de la educación, que viven en condiciones sociales, económicas y culturales adversas?

 

Considero que no siempre los “mejores” docentes son aquellos que obtienen las más “altas calificaciones” tanto en su formación inicial como en las evaluaciones de ingreso al servicio (a través de las pruebas estandarizadas). Eso no es suficiente. Los “buenos” maestros y maestras de la escuela pública son aquellos que, además de lo anterior, son aquellos que están comprometidos (y lo demuestran en la práctica docente cotidiana), con el ejercicio de los plenos derechos educativos de las niñas, los niños, los jóvenes y los adultos. Además de su compromiso con los derechos laborales, este tipo de docente es un profesional de la educación que también se compromete con su autoformación y con las acciones de formación continua (capacitación y actualización) que deben establecer las instituciones educativas como parte de las políticas educativas.

 

Fuentes consultadas:

 

(1) Iniciativa que reforma los artículos 3o., 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, suscrita por los coordinadores y los integrantes de los Grupos Parlamentarios del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD. Gaceta Parlamentaria, año XXII, número 5212-III, 6 de febrero de 2019.

 

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2019/03/01/meritocracia-calidad-y-compromiso-educativo

ove/mahv

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CENTURY, una plataforma de enseñanza y aprendizaje basada en la inteligencia artificial

UNESCO / Autor: UNESCO / Fuente: es.unesco.org

Priya Lakhani es la fundadora y directora de CENTURY Tech(link is external), una plataforma de enseñanza y aprendizaje para beneficio de docentes y alumnos que ha sido galardonada, además de cofundadora del Instituto de Inteligencia Artificial Ética en la Educación.

CENTURY(link is external) aprovecha las tecnologías de la IA con el objetivo de proporcionar a los alumnos una experiencia de aprendizaje personalizado, y brinda a los docentes los elementos de reflexión y análisis en tiempo real. Recientemente, la plataforma se puso a disposición de un conjunto de escuelas públicas del Líbano, en colaboración con el Ministerio de Educación, con miras a estimular el acceso de los niños sirios refugiados a un aprendizaje de buena calidad.

La Sra. Lakhani hará una presentación durante la Semana del Aprendizaje Móvil 2019 sobre el tema de la inteligencia artificial y el desarrollo sostenible.

¿Qué la motivó para fundar CENTURY?

Al formar parte del Comité de asesoramiento económico del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña, tomé conciencia de la magnitud del problema al que debía hacer frente la educación, es decir, al hecho de que unos 2 millones de alumnos del país estaban matriculados en escuelas deficientes. No es de extrañar que un número tan elevado de niños quedaran fuera del sistema cuando los docentes – a quienes no podemos culpar por esta situación – se ven tan abrumados por el excesivo volumen de trabajo que se les dificulta ejercer correctamente su labor.

Las tecnologías, fundamentalmente la inteligencia artificial, han transformado los demás sectores de la sociedad, pero la educación se ha mantenido sin grandes cambios. Entonces decidí reunir los últimos adelantos en materia de inteligencia artificial, de las neurociencias y las ciencias del aprendizaje, en una plataforma que facilitara la comprensión del proceso de aprendizaje de los niños, y así fue como surgió CENTURY.

¿Cómo hace CENTURY para mejorar la enseñanza y el aprendizaje?

Para el caso de los alumnos que utilizan CENTURY en sus estudios y como respuesta a sus preguntas, la plataforma permite comprender la manera en que cada alumno aprende. CENTURY calcula sistemáticamente los puntos fuertes y las dificultades de cada uno, facilitando un proceso de aprendizaje personalizado e individual. Su tablero interactivo permite que los docentes – y también los padres – observen el avance de un alumno en tiempo real, y proporciona a los docentes datos de mucha utilidad para que puedan centrarse inmediatamente en las medidas que deben tomar tanto en el aula como en la casa.

Las investigaciones demuestran que al utilizar CENTURY un alumno mejora en un 30% su nivel de comprensión sobre determinado tema. Al automatizar tareas administrativas tales como corregir y preparar las clases, la plataforma reduce además de seis horas el volumen de trabajo promedio de los docentes, de modo que les deja tiempo para que puedan concentrarse en la enseñanza y motivar realmente a sus alumnos.

¿Cómo CENTURY apoya el desarrollo de las competencias y la innovación entre sus usuarios?

CENTURY se apoya en los últimos avances en el ámbito del aprendizaje. Creemos firmemente en el aprendizaje puesto en función de aprender, más que en sacar los exámenes – de modo que nuestra plataforma estimula a los alumnos para aprender más, en lugar de acumular solamente datos e informaciones en la cabeza.

Para ayudar a los alumnos a adquirir competencias y a conservar los conocimientos para toda la vida, CENTURY sigue principios tales como el entrelazamiento, mediante el cual los alumnos estudian diversos temas en determinado periodo de tiempo en lugar de uno solo. Esto estimula el cerebro para la conexión de diferentes temas y crear así vínculos asociativos entre estos, mejorando la memoria a largo plazo.

También estimulamos a los alumnos para que, al integrar mensajes personalizados que favorezcan la resiliencia y la determinación, fomenten una forma de pensar basada en el desarrollo. Incorporamos mensajes para explicarles cómo el cerebro aprende, algo que refuerza la idea de que la capacidad de éxito no se limita a las características innatas, sino que es la perseverancia lo que permite mejorar el rendimiento.

¿Cómo CENTURY garantiza la protección de los datos sobre la educación?

Tomamos muy en serio el respeto a la vida privada y la seguridad de los datos, y nos hemos dotado de políticas, tecnologías y procedimientos los más sólidos posibles para garantizar la protección de todos los datos.

El año pasado, fuimos cofundadores del Instituto de Inteligencia Artificial Ética en la Educación, para garantizar que el sector sea el más indicado para maximizar los beneficios de la IA respetando a su vez los principios éticos. Colaboramos estrechamente con el Gobierno y las universidades para garantizar que todos los alumnos estén a salvo de los riesgos que pudiera acarrear una utilización no ética de la IA en la educación.

¿Cómo el programa CENTURY ayuda a los refugiados en el Líbano a acceder a una educación de buena calidad?

El año pasado, el Ministerio de Educación libanés nos invitó a que participáramos en la mejoría de la educación que reciben muchos refugiados sirios acogidos por las escuelas del país. La naturaleza flexible de CENTURY es una gran ventaja a la hora de abordar problemas como éste: pudimos instalarnos rápidamente en las escuelas con un mínimo de materiales, de formación o de tiempo necesario para que los alumnos empezaran a aprender.

Los resultados fueron sorprendentes – a pesar de las dificultades a las que los alumnos deben hacer frente, desde la falta de estructuras de apoyo hasta las presiones a las que se ven sometidos – y la utilización de CENTURY en sus escuelas puede compararse con su uso en las escuelas públicas del Reino Unido. Todo esto nos motivó para comenzar a trabajar con las comunidades que más lo necesitan a lo largo de todo el mundo.

¿Cuáles son las políticas que deberían aplicarse para combatir la brecha digital, la desigualdad entre los sexos y la desigualdad en el aprendizaje en general?

Una de las mayores ventajas que brinda la utilización de la tecnología en las escuelas es que ayuda a erradicar los obstáculos que antes impedían que los alumnos desarrollaran su potencial.

La tecnología puede ayudar a garantizar la igualdad de oportunidades para los niños que deben hacer frente a otros obstáculos, como es el caso de los niños discapacitados o con necesidades educativas especiales, los que viven en entornos difíciles y aquellos a los que se les dificulta aprender mediante un enfoque tradicional en clases.

En la medida en que CENTURY permite que los alumnos aprendan a su ritmo, sin que se informe sobre sus progresos a los otros compañeros de clase, la plataforma puede ser particularmente útil para las niñas en el aprendizaje de las STEM, ya que éstas pueden creerse menos capaces que los niños en determinadas asignaturas – y viceversa, con respecto a los niños en asignaturas como el inglés y otras lenguas.

 

Fuente del Artículo:

https://es.unesco.org/news/century-plataforma-ensenanza-y-aprendizaje-basada-inteligencia-artificial

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 10 de marzo de 2019: hora tras hora (24×24)

10 de marzo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 10 de marzo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Cuestionan mensajes de Bolsonaro sobre educación en Brasil

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303520

01:00:00 – Narodowski: “Hace muchos años que la Argentina no tiene un proyecto educativo” (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303138

02:00:00 – La primera ministra de Noruega aboga por el aprendizaje a lo largo de toda la vida

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303603

03:00:00 – Fomentar la lectura… ¡y la lectura! (bis) (Artículo de Manuel Pérez Rocha)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303123

04:00:00 – República Dominicana: Auspician libro “Neurociencias y Aprendizaje”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303606

05:00:00 – Stella Villarmea: ¿Por qué la ética y la filosofía son fundamentales en la educación?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303390

06:00:00 – Libro: Sobre la educación en un mundo líquido (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303270

07:00:00 – CENTURY, una plataforma de enseñanza y aprendizaje basada en la inteligencia artificial

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303600

08:00:00 – Libro: Calmar la Educación. Palabras para la acción (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303277

09:00:00 – León Trahtemberg: «El alumno vive en el siglo XXI y su profesor en el siglo XX»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303401

10:00:00 – Maestros de Maestros: Paulo Freire (1921-1997) -PDF-

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303623

11:00:00 – Huelga UAM (Artículo de Hugo Aboites)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303132

12:00:00 – Esta experta estadounidense cuenta 4 claves para enfocarse en la innovación pedagógica

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303614

13:00:00 – Colombia: 44° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa VI)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303626

14:00:00 – México: Tarea sobre Porfirio Díaz plantea a otros maestros a estar a la altura

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303525

15:00:00 – Bolsonaro contra el pensamiento crítico en Brasil

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303609

16:00:00 – Dislexia matemática: ¿has oído hablar de la discalculia?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303597

17:00:00 – Alfredo Corell: “Los profesores universitarios no estamos preparados para dar clase”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303394

18:00:00 – Estados Unidos: Cómo aplicar a una charter, en la voz de una madre experta

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303528

19:00:00 – “Meritocracia”, “Calidad” y Compromiso Educativo (Artículo de Juan Carlos Miranda Arroyo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303262

20:00:00 – Titular Educación de Puerto Rico niega despedir maestros para próximo año escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303517

21:00:00 – Especial: California: la educación en juego (Cartas sobre la mesa) -Video-

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303617

22:00:00 – Cuba y Guinea Ecuatorial por afianzar nexos en materia educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303514

23:00:00 – Sergio Belmonte: “Con doce alumnos por clase haríamos magia de verdad”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303620

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Los niños se hacen cargo del mundo

Por: Eliane Brum

La lucha contra el calentamiento global la lideran hoy niñas de varios países del mundo. La mayoría son estudiantes de secundaria. Mujeres muy jóvenes que traen un nuevo espíritu del tiempo a un mundo sin tiempo, en el que solo se tienen 12 años para intentar impedir que el planeta se caliente más de 1,5 grados centígrados y el futuro próximo sea una vida muy mala para todos, imposible para los más pobres y los más frágiles. Jóvenes mujeres con mucho pánico porque los padres y los abuelos se han cargado el planeta en el que van a vivir y se comportan como mimados y egoístas que solo hacen lo que quieren sin preocuparse de las consecuencias, ni siquiera para sus propios hijos y nietos. Una parte de la especie humana ha llegado a tal nivel de individualismo que ni siquiera protege a la prole en lo que es fundamental, y el presente se convierte en absoluto. De repente, los jóvenes se han dado cuenta de que la supervivencia está comprobadamente amenazada y los gobernantes están jugando en Twitter.

Lo que empuja este movimiento de niños y adolescentes es que han entendido que los adultos no son adultos. Es lo que han dicho: “Ya que nuestros líderes se comportan como niños, tendremos que asumir la responsabilidad que ellos deberían haber asumido hace mucho tiempo”, afirmó la sueca Greta Thunberg en diciembre, durante la Cumbre del Clima, realizada en Polonia.

Solo tenía 15 años cuando, en agosto de 2018, decidió saltarse las clases de los viernes para plantarse ante el parlamento de Estocolmo con el objetivo de transmitir el siguiente recado: “Estoy haciendo esto porque a vosotros, adultos, os importa una mierda mi futuro”. Desde entonces, Greta, una niña de cara redonda con trenzas que le flanquean los mofletes, se ha convertido en una referencia internacional en la lucha contra el calentamiento global y ha inspirado movimientos de estudiantes en varios países. El 15 de marzo planean hacer una huelga global por el clima.

La novísima generación de humanos ha tenido la extrema mala suerte de nacer en un momento histórico en el que sus padres no consiguen lidiar con la cuestión del tiempo. Los adultos actuales han crecido bombardeados por el imperativo del consumo que prometía el placer inmediato reiniciado en cada acto de compra, en un looping infinito. El tiempo ha pasado a ser un presente extendido. Todo lo que existe es el ahora, que hay que exprimir al máximo. Es este el mundo en que los ciudadanos se han convertido en consumidores. Es este el funcionamiento de los adultos actuales en un momento histórico en que el calentamiento global, comprobadamente provocado por la acción humana, si no se detiene, cambiará la cara del planeta.

Cuando los científicos del clima más respetados alertan que queda poco más de una década para evitar que la Tierra se convierta en un planeta hostil para nuestra especie, que hay que cambiar los patrones de consumo ya y, principalmente, presionar a los líderes para que tomen medidas más que urgentes, la reacción parece ser la de seguir manteniendo el presente activo, incapaces de enfrentar una idea de futuro que no esté determinada por renovaciones del acto de consumo en el pacto capitalista del presente continuo.

Los muy jóvenes se han dado cuenta de que la época en que los niños hacen solo lo que quieren debido a unos padres que tienen problemas para educar y poner límites empieza a dar lugar a la época en que los niños se dan cuenta de que los padres hacen solo lo que ellos quieren porque son incapaces de aceptar que sea necesario tener límites. Incluso límites muy pequeños, como, por ejemplo, reducir el consumo de carne a solo una vez por semana, ya que la ganadería es una de las principales causas del calentamiento global. O dejar el coche en casa y utilizar el transporte público o la bicicleta. O reciclar la ropa. Hay a quien le da pereza incluso responsabilizarse por la basura que produce.

“Todos creen que podemos resolver la crisis (climática) sin esfuerzo ni sacrificio”, escribió Greta Thunberg en uno de sus artículos. Con solo 16 años, demuestra la lucidez que les falta a la mayoría de los líderes mundiales. Este es un punto importante del movimiento de los estudiantes por el clima. A pesar de señalar la dificultad que tienen los adultos para cambiar su vida cotidiana, al igual que sus elecciones y la relación fundamental con el tiempo, los niños y adolescentes saben que esta transformación no puede reducirse solo a la decisión de cada individuo. Los estudiantes han concentrado su presión sobre las autoridades de cada país. Esos líderes son los que tienen poder para frenar las grandes corporaciones, multar a los contaminadores, determinar políticas capaces de interrumpir la escalada de destrucción.

No faltan estudios que muestran lo que hay que hacer para evitar que el calentamiento global sobrepase los 1,5 grados centígrados, condenando a millones de personas al hambre y la miseria y barriendo del planeta maravillas vivas como los corales. Falta hacer lo que tiene que hacerse, y también cumplir los acuerdos ya existentes. Si los avances a escala global ya eran difíciles antes, la reciente ascensión de líderes de extrema derecha en países estratégicos, como Donald Trump y Jair Bolsonaro, hacen que la situación sea desesperante.

También esta es una característica de la novísima generación que sale a la calle por el clima. Son niños y adolescentes, pero no son ingenuos. En enero, en el Foro de Davos, en Suiza, Greta tampoco midió sus palabras al dirigirse al público, compuesto por la élite económica global: “Algunas personas, algunas empresas, algunos tomadores de decisiones en particular, saben exactamente qué valores inestimables se han sacrificado para seguir ganando cuantías inimaginables de dinero. Y creo que muchos de ustedes que están hoy aquí pertenecen a este grupo de personas”.

Lo que los niños y adolescentes de este movimiento creciente dicen es que, si quieren tener dónde vivir, tendrán que hacerse cargo del mundo. Para contar. Ya que los adultos que destruyen el planeta no los toman en cuenta.

Nunca ha habido nada parecido en la historia. En ninguna historia. Las crías intentan salvar el mundo que los especímenes adultos destruyen sistemáticamente. Más allá de los efectos concretos sobre el futuro de la humanidad, se necesitarán muchos años de estudio para entender los efectos de esta inversión sobre la forma de comprender el mundo y el lugar que ocupan los que serán adultos mañana. Pero, para ello, antes hay que tener un mañana.

Brasil es el país más biodiverso del planeta. Tiene en su territorio la mayor parte de la mayor selva tropical del mundo. Debería estar en la vanguardia del combate al calentamiento global y a la pérdida avasalladora de biodiversidad. Debería ocupar su lugar estratégico y ponerse en la vanguardia de todos los movimientos por el clima. Debería. Pero no lo está.

Y no lo está porque, después de gobiernos inconsecuentes y estúpidos ante la crisis climática, a la izquierda y a la derecha, el país tiene hoy un gobierno de extrema derecha que, además de ser inconsecuente y estúpido, también tiene a algunos alucinados. El gobierno militarizado de Jair Bolsonaro puede conducir a Brasil al abismo. Y, dada la importancia de la selva amazónica, arrastrar también al planeta.

Hay que ser muy claro en este momento y afirmar con todas las vocales y consonantes disponibles que una parte del gobierno de Bolsonaro está compuesta de gente que utiliza el poder de forma peligrosa. Gente que juega a la guerra. Gente que juega con armas. Gente con delirios de grandeza y deseo de destrucción. Gente que tiene tanto miedo de sus propios demonios que ve el diablo en todas partes, preferentemente en los demás. Gente que enaltece a torturadores, llama estadistas a dictadores y da medallas a milicianos.

Esta realidad ha hecho que el gobierno cada vez más militarizado de Bolsonaro —ya son ocho los militares en el primer escalón, sin contar el vicepresidente y el portavoz, y decenas contando los demás niveles, y suma y sigue…— genere una nueva anomalía en Brasil. Tras pasar por una dictadura de 21 años, en que los generales permitieron y/u ordenaron la tortura, el secuestro y el asesinato de civiles, muchos todavía desaparecidos, cada vez que se anuncia un nuevo general en el gobierno más gente siente alivio. La situación en Brasil ha llegado a un punto —y con tan solo dos meses de gobierno Bolsonaro— que cualquier persona con apariencia de adulto y áurea de autoridad genera alivio, aunque solo algunos meses atrás generase pánico en quienes siempre han defendido la democracia.

Hace unos días una amiga de izquierdas, con una historia familiar de represión en la dictadura, me contaba, asustada consigo misma, que se calmaba siempre que el general Hamilton Mourão, el vicepresidente del gobierno Bolsonaro, abría la boca. No se trata del tal síndrome de Estocolmo, sino de que el hecho de tener la seguridad de estar en manos de perversos, de adultos infantilizados, de un padre que deja que sus hijos jueguen a gobernar el país porque él también juega a gobernar el país ha vuelto la realidad muy aterradora. Como los generales, en general, dicen frases con sentido, además de sujeto, verbo y predicado, aunque sea un sentido del que se discrepa, incluso las personas críticas se han agarrado a estas briznas de cordura para poder dormir por las noches.

No hay que olvidar, sin embargo, una posibilidad y un hecho. Es posible que los generales tampoco estén durmiendo por las noches, pensando en cómo mantener la imagen de las Fuerzas Armadas a salvo en un gobierno en que Bolsonaro parece ser menos controlable de lo que creían, ya que ahora es demasiado tarde para disociar la imagen de las Fuerzas Armadas de la aventura arriesgadísima que es un gobierno Bolsonaro.

Es un hecho que la política desastrosa para la Amazonia adquirió un cuerpo y una cara justamente en el proyecto y la propaganda de la dictadura militar, en los años 70, cuando se destruyeron grandes extensiones y se diezmaron pueblos indígenas para abrir carreteras, construir hidroeléctricas e implantar grandes plantas de extracción. Ese mismo imaginario del “desierto verde” o de la “tierra sin hombres para hombres sin tierra”, dos grandes eslóganes de la dictadura que permanecen todavía hoy, en los que los pueblos de la selva no se consideran humanos, sigue guiando los discursos del gobierno Bolsonaro, íntimamente conectado con la agroindustria predatoria que pretende avanzar todavía más sobre la Amazonia.

El modo de operar poco familiarizado con la democracia de los militares se ha revelado, otra vez, en la preocupación por el encuentro que el papa Francisco realizará en el Vaticano, en octubre, para debatir sobre la Amazonia con 250 obispos. Como reveló la periodista Tânia Monteiro, en el periódico O Estado de S. Paulo, los militares del gobierno militarizado de Bolsonaro temen que el “clero progresista” de la Iglesia Católica pueda convertirse en una referencia de oposición y ocupe el vacío dejado por la incapacidad de articularse de la izquierda pos Partido de los Trabajadores.

Los militares han decidido actuar para impedir que las críticas al gobierno Bolsonaro lleguen a un foro internacional en el sínodo que debatirá durante 23 días la crisis climática provocada por la deforestación y las amenazas a los pueblos de la selva. Una de las acciones será intentar convencer al Gobierno italiano de que interceda con la Santa Sede para evitar ataques directos a la política ambiental y social del Gobierno brasileño durante el sínodo sobre la Amazonia.

Entre los temas del encuentro global, un asunto causa particular preocupación en un gobierno que pretende volver comerciables las tierras públicas de usufructo exclusivo de los indígenas: “El grito de los indígenas se parece al grito del pueblo de Dios en Egipto”. Según el periódico Estadão, el general Augusto Heleno, ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional y supuestamente el adulto con más influencia sobre el chaval Bolsonaro, se ha descolgado con esta afirmación: “Estamos preocupados y queremos neutralizarlo”. Y con esta: “Creemos que es una interferencia en un asunto interno de Brasil”.

Como puede percibirse fácilmente, aunque los generales del gobierno militarizado de Bolsonaro demuestren capacidad cognitiva, lo cual es un alivio ante el panorama de indigencia intelectual del ministerio, sin duda están desconectados de los desafíos de la crisis climática. También demuestran creer que viven en un mundo que ya no existe. Parecen tan preocupados por borrar su intervención criminal en el pasado reciente que se han vuelto incapaces de ver el futuro que está justo delante.

La Amazonia es un asunto del planeta porque, siempre que Brasil destruye la selva, reduce las posibilidades de controlar el calentamiento global. Es tanto un asunto del mundo que Brasil recibe miles de millones de reales de Noruega y Alemania para mantener la selva en pie. Si no fuera por ese dinero, el año pasado ni siquiera se habrían podido llevar a cabo las actividades básicas de control del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.

En un comunicado de prensa, el Gabinete de Seguridad Institucional, dirigido por el general Augusto Heleno, hizo una afirmación digna del famoso eslogan de la dictadura para la Amazonia, “Integrar para no entregar”: “Una parte de los temas del referido evento (Sínodo para la Amazonia) tratan de aspectos que afectan, en cierto modo, a la soberanía nacional. Por eso, reiteramos el entendimiento del GSI de que le corresponde a Brasil cuidar la Amazonia brasileña”. El planeta realmente espera que Brasil cuide la Amazonia, lo espera hace bastante tiempo. Los pueblos de la selva, que son quienes mejor la cuidan, en general en contra de los intereses de los diferentes gobiernos en el poder y a pesar de las sucesivas masacres, también esperan que Brasil decida cuidar la Amazonia.

Si el gobierno Bolsonaro quiere accionar la manipuladora “amenaza a la soberanía nacional”, esos “gringos que están invadiendo la Amazonia”, que pidan antes al presidente que prohíba la presencia de las corporaciones transnacionales en la Amazonia, al igual que los proyectos destructores. Puede empezar con la gigantesca explotación de oro de la empresa minera canadiense Belo Sun en la Vuelta Grande del Xingú, una catástrofe anunciada que tuvo como consultor al general Franklimberg Ribeiro de Freitas, hoy una vez más al frente de la Fundación Nacional del Indígena, en un evidente conflicto de intereses que, como de costumbre, ha sido ignorado. Los pueblos de la selva lo agradecerán. Los brasileños urbanos conscientes también.

Mientras en Brasil hay que debatir los destinos de la Amazonia a este nivel primario, como si todavía estuviéramos en el siglo XX, los estudiantes se organizan para luchar por el planeta, dando lecciones de civismo a gobernantes mucho mayores. En noviembre, 15.000 estudiantes australianos faltaron a clase para decir a las autoridades que era obligatorio combatir el calentamiento global. El primer ministro australiano, Scott Morrison, reaccionó mal: “Lo que queremos en las escuelas es más aprendizaje y menos activismo”. Algo que podemos imaginar que diga Bolsonaro con todavía peores palabras, quizás amenazando enviar a los estudiantes a la “punta de la playa”, como suele mencionar, refiriéndose al lugar clandestino donde se torturaba y se asesinaba a los opositores del régimen de excepción que él tanto exalta.

Los jóvenes australianos respondieron a su primer ministro con un cartel en las calles: “Dejaremos de ser activistas si vosotros dejáis de ser unos mierdas”. Las manifestaciones de estudiantes que exigen acciones de los adultos ante la crisis climática se han multiplicado, especialmente en Europa, llegando a tener decenas de miles de manifestantes en países como Bélgica, Holanda, Alemania, Suiza y Francia.

En el centro de las numerosas protestas de Bélgica está una adolescente de 17 años llamada Anuna De Wever. Inspirada en un vídeo grabado por Greta, en el que la sueca estimulaba a los estudiantes a hacer una huelga climática ante la inercia de los adultos, ella y su mejor amiga grabaron su propio vídeo. Como contó a BuzzFeed News, esperaban que se presentaran solo unas 20 personas a una protesta organizada a principios de enero. Fueron 3.000. Y las protestas han crecido semana tras semana, hasta movilizar a decenas de miles.

La ministra de Medio Ambiente de Bélgica mintió a los estudiantes y al país, afirmando que los servicios de inteligencia habían informado de que las protestas eran un complot para derribarla. Tuvo que reconocer la mentira y dimitir. A las autoridades desconcertadas, que intentaron justificar su incompetencia ante el mayor desafío global exigiendo a los manifestantes estudio y disciplina, los estudiantes respondieron con un cartel bien objetivo: “Haré mis deberes cuando tú hagas los tuyos”.

Cuando se afirma que el gobierno Bolsonaro es una vanguardia del atraso, es importante tener la dimensión de que la calidad de las luchas también determina —y mucho— la calidad del país. Desde hace varios años, en Brasil el debate no solo se bloquea, sino que se descalifica, que es otra forma de bloquearlo. La semana pasada, algunos profesores de escuelas de varios países se manifestaron por la falta de contenidos relacionados con la crisis climática, el tema que debería atravesar todos los demás también en las aulas. “Enseña la verdad”, decían los carteles. O: “Nuestros niños pueden afrontar la verdad. ¿Y tú?”. Un profesor comentó, durante la manifestación de Londres: “A veces me pregunto qué sentido tiene enseñar cuando nadie está enseñando la verdad sobre el futuro”.

En Brasil, los estudiantes de las escuelas públicas tienen que rebelarse para tener una enseñanza con una calidad mínima y que se respeten sus derechos más básicos, como sucedió en 2015 y 2016. Los alumnos brasileños tienen uno de los peores resultados del mundo en asignaturas como portugués y matemáticas. Y la mayoría de los profesores no cobran lo suficiente siquiera para vivir con dignidad, no digamos para actualizarse y estudiar.

En los días actuales, sin embargo, no se puede ni trabar esta lucha básica, obvia, porque hay que preocuparse de los falsos problemas. Un grupo de delirantes y/u oportunistas decidió inventarse que los problemas de las escuelas son la ideología de género y otras tonterías creadas por ideólogos de extrema derecha. Crearon, entre otras aberraciones, la Escuela Sin Partido, un proyecto autoritario que toma partido por lo peor en un momento en que todos deberían concentrarse en los problemas reales que les arrebatan las posibilidades a millones de niños y adolescentes brasileños. Para conseguir lo que quieren mienten, crean noticias falsas, como los biberones con tetilla en forma de pene o los profesores que enseñan a sus alumnos a hacer orgías. La falta de honestidad de estas personas no tiene límites. Y el Gobierno no es el límite, porque hoy son el Gobierno.

Así, en lugar de luchar por la educación para enfrentar la crisis climática, como están haciendo los estudiantes de países de otras partes del mundo, exigiendo ciencia y pensamiento de calidad en las escuelas, en Brasil hay que luchar para que la teoría científica de la evolución de Charles Darwin, base para la comprensión de las especies y de mucho de lo que fue posible comprender sobre la vida desde entonces, se siga enseñando como lo que es, una teoría científica, y no una teoría alternativa al mito religioso del creacionismo. Los cada vez más numerosos fundamentalistas evangélicos deberían dejar las medicinas que salvan su vida y los móviles con los que esparcen su odio antes de equiparar la ciencia con la religión, siendo irrespetuosos con ambas.

En lugar de concentrar todos los esfuerzos del país en mejorar la calidad de la educación, a Bolsonaro le preocupa censurar las cuestiones del examen de acceso a la universidad. El ministro de Educación envió esta semana un correo electrónico a las escuelas diciendo que los alumnos tienen que cantar el himno nacional al inicio del año lectivo, los profesores tienen que leer una carta que termina con el eslogan de la campaña de Bolsonaro y la dirección tiene que grabar el momento y enviar un fragmento del vídeo a Brasilia. La ministra de la Mujer dice que las niñas visten de rosa y los niños, de azul. El ministro de Asuntos Exteriores afirma que el calentamiento global es un complot de la izquierda. El ministro de Medio Ambiente dice que la discusión sobre “si hay o no calentamiento global es secundaria”. El adjetivo “secundaria” ya sería terrible, pero todavía pone en duda lo que es un consenso científico mundial y que cada uno ya puede percibir en su día a día.

Los debates importantes, los que realmente pueden representar un avance para el país, se aplazan porque hay que defenderse de esta gente que lanza frases sin ningún contacto con la realidad, pero que hoy tiene poder para afirmar mentiras como verdades. Las mejores mentes del país están obligadas a concentrar sus esfuerzos en descubrir una manera de impedir que los delirios se transformen en ley. Mientras tanto, Brasil pierde y pierde y pierde. Ya no se lucha ni siquiera por lo básico, sino para impedir que la realidad se convierta en un delirio. Se lucha también para que las palabras recuperen su significado.

Los estudiantes brasileños, por la importancia de Brasil en la reducción de las emisiones de gases que provocan el calentamiento global, deberían ser protagonistas en la huelga climática del 15 de marzo. Pero de momento no lo son. Porque viven en un país en el que los adultos que están en el poder son tan precarios, pero tan precarios, que hay que explicarle al ministro de Medio Ambiente que, al contrario de lo que afirma, no hay nada más importante en este momento histórico que saber quién fue el activista ambiental Chico Mendes. Hay que repetir y repetir lo obvio para que la estupidez no se transforme en inteligencia.

Los estudiantes suizos, por ejemplo, exigen que ninguna escuela utilice aviones para sus excursiones, ya que volar tiene un gran impacto sobre el medio ambiente. La propia Greta, que dejó hace años de comer carne y de comprar cualquier cosa que no sea absolutamente esencial, dejó de volar en 2015. Desde que su hija empezó a preocuparse por la crisis climática, la madre, una famosa cantante de ópera, dejó su carrera internacional debido a la huella de carbono de la aviación. La pregunta es obvia: ¿cómo se pueden debatir cuestiones como esta en un país como Brasil, donde los estudiantes tienen dificultades para llegar a la escuela por falta de transporte?

Quizás empezando por entender que es obligatorio que se debatan. Creer que la crisis climática es un tema para estudiantes ricos de países ricos es un error. Y un error peligroso. Enfrentar la crisis climática no es un lujo, es una necesidad urgente de todos. Nada aumentará más la desigualdad y afectará a los más pobres que la crisis climática. El calentamiento global atraviesa todos los temas y todas las áreas, incluso la racial y la de género. En Brasil, posiblemente las más afectadas serán las mujeres negras, el contingente más frágil y oprimido de la población. Es esto lo que los niños y adolescentes están diciendo. Pero, también por la deficiencia de la educación, y no solo en las escuelas públicas, la mayoría de los estudiantes brasileños tienen dificultades para establecer las conexiones y comprender que, al luchar por la selva amazónica, estarán luchando por la reducción de la desigualdad y por más acceso a los recursos y a las políticas públicas.

En Estados Unidos, la huelga por el clima del 15 de marzo la están organizando en su mayoría niñas, muchas de ellas negras. La Organización Mundial de la Salud ya ha mostrado que las mujeres serán las más afectadas por los desastres naturales provocados por el calentamiento global y también serán las más afectadas porque en muchas sociedades todavía son ellas las que tienen la responsabilidad de conseguir agua, energía y alimento. Son también las mujeres las primeras que pierden oportunidades cuando los recursos naturales se vuelven escasos. “Si eres víctima de un sistema de opresión, te afecta más la crisis climática. Y eso vale para las mujeres”, dijo Jamie Margolin, una activista climática de 17 años a BuzzFeed News. “Tenemos que levantarnos y levantar nuestra voz”.

Hay una particularidad que hace que la crisis climática sea todavía más difícil en Brasil. El crecimiento acelerado de los evangélicos neopentecostales en las últimas décadas ha fortalecido la creencia en el apocalipsis bíblico. Para algunos de ellos, que apoyaron masivamente la elección de Bolsonaro, las catástrofes provocadas por el calentamiento global no las ha causado la acción humana, sino que están previstas en la Biblia como los acontecimientos que anuncian el Armagedón. O, aunque las haya causado la acción humana, ya estaban escritas. Es bastante posible que sus líderes no lo crean, que solo utilicen una interpretación literal de la Biblia para controlar mejor los cuerpos y canjearla por poder. Pero hay una masa de fieles que lo creen. Y que crece.

Todo lo que se puede ver como una catástrofe climática provocada por la utilización de combustibles fósiles, para esa línea del evangelismo es solo el cumplimiento de la profecía bíblica. Son ellos los que presionan para que la embajada de Brasil en Israel se traslade a Jerusalén, porque esta ciudad sería el escenario del Armagedón. Otra vez hay que subrayar que quienes articulan esta idea tienen intereses más bien inmediatos y mundanos, que revisten con una retórica bíblica para santificar lo que es totalmente terreno.

No hay que olvidar que Bolsonaro fue bautizado en el río Jordán, en Israel, en 2016, y que pastores como Silas Malafaia promueven excursiones a Israel. Para este grupo de evangélicos que solo crece en Brasil, la catástrofe es bienvenida, ya que están seguros de que se salvarán porque son los únicos puros. Salvarse, por lo tanto, sería solo una cuestión de tener la fe correcta. La suya, claro. ¿Cómo se puede pedir razón en este país? Quizás habría que avisarlos que el río Jordán se está haciendo cada vez más y más estrecho debido a la sequía provocada por la crisis climática. Si sigue así, pronto habrá que encontrar otro río para los bautismos espectaculares.

Si se escuchara a las nuevas generaciones (y también a las viejas) de los pueblos de la selva, podrían darles clase a los estudiantes que se rebelan por el clima en Europa. También en la Amazonia el protagonismo de las mujeres en las luchas de indígenas, quilombolas (descendientes de esclavos rebeldes) y ribereños es cada vez mayor, y las líderes son cada vez más jóvenes. Sin embargo, el profundo conocimiento de los pueblos de la selva, imprescindible para enfrentar la crisis climática, y la rebelión que su lucha representa son acallados sistemáticamente. El proyecto de Bolsonaro, como ya ha afirmado varias veces, es que los indígenas y los quilombolas se vuelvan “seres humanos como nosotros”. Si el “nosotros” es él, ya se puede imaginar el gran conocimiento que las generaciones de la selva obtendrán.

Sin la mayor selva tropical del mundo, la vida humana en el planeta no tiene ninguna posibilidad. En Brasil, como en los otros países amazónicos de América Latina, los pueblos de la selva luchan casi solos para mantenerla en pie. Y mueren. Los hijos de estos luchadores tienen que asumir la lucha de los padres asesinados. Las jóvenes chicas que lideran la rebelión de los estudiantes por el clima en Europa tienen el desafío de establecer puentes con las jóvenes chicas de la selva amazónica, el centro geográfico donde se disputa el futuro próximo. Y viceversa.

Greta Thunberg y Anuna De Wever, dos de las principales líderes estudiantiles en Europa, traen muchas novedades al activismo climático. Greta, la chica que ha inspirado a decenas de miles de estudiantes a unirse por el clima, tiene un trastorno del espectro autista. Aunque no haya sido ese el objetivo, su activismo por el clima muestra la potencia política de una diferencia. En una entrevista a la revista NewYorker, dijo: “Veo el mundo de manera un poco diferente, desde otra perspectiva. Tengo un interés especial. Es muy común que personas con trastorno del espectro autista tengan un interés especial. Puedo hacer algo durante horas”. O durante años, como ya ha demostrado.

Anuna es una niña en su partida de nacimiento, se volvió niño durante la primaria y hoy se define como “género fluido” y prefiere los pronombres femeninos. Relaciona la lucha del clima directamente con la identidad de género. Lo que para muchos es inmutable, ella considera que se puede cambiar, una percepción que parte de su propia experiencia de ser. “Tener género fluido siendo joven me permite ver el mundo de manera un poco diferente”, dijo. “No miro al mainstreamy lo que piensan. Empiezo a tener mis propios valores, principios propios, y pienso en lo que no funciona en este mundo y en lo que puedo hacer para mejorarlo, en lugar de solo cerrar los ojos”.

Los viejos activistas del clima están perplejos. Y animados. “El movimiento que Greta ha lanzado es una de las cosas más esperanzadoras que he visto durante los 30 años que hace que trabajo en la cuestión climática. Muestra de manera clara el desafío generacional que supone el calentamiento global y reta a los adultos a que prueben que son, de hecho, adultos”, dijo Bill McKibben, fundador de la 350.org, al periódico The Guardian.

En un mundo en que las decisiones todavía las toman mayoritariamente los hombres, las niñas han levantado la voz. Los miles de niños de su generación que salen a la calle con ellas no parecen tener ningún problema con el protagonismo femenino de las protestas. Niñas como Greta, Anuna y otras tantas —porque son muchas— no quieren ocupar el lugar de los adultos. No se trata de eso. Lo que quieren quizá sea todavía más difícil. Al denunciar la infantilización de los gobernantes, reivindican que los adultos “se adulten”.

El agudo cronista brasileño Nelson Rodrigues, que era sublime en hacer frases de efecto, al preguntarle qué consejo les daría a los jóvenes, dijo: “¡Creced!”. Los niños que se ven obligados a cuidar del mundo dicen hoy a los adultos: “¡Creced!”.

Hemos llegado a este punto: los niños tienen que pedir a los adultos que sean adultos. Que tengan límites y se responsabilicen. O, en otras palabras: “Dejad de enmerdar el planeta en el vamos a vivir”.

Imagen: https://ep01.epimg.net/internacional/imagenes/2019/03/01/america/1551470611_066535_1551470903_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/03/01/america/1551470611_066535.html

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China publica planes para modernizar educación

Asia/China/28 Febrero 2019/Fuente: Spanish.xinhuanet

Dos planes de desarrollo sobre la educación de China se hicieron públicos hoy, en los que se esbozan proyectos destinados a la modernización y el desarrollo del sector para el año 2035.

Uno de los planes establece las metas y tareas para 2035, y el otro detalla la agilización de la campaña de modernización de la educación de 2018 a 2022.

En el plan de modernización de la educación 2035, emitido por el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y el Consejo de Estado, se proponen ocho objetivos, destacando la accesibilidad a la educación de calidad desde preescolar hasta nivel superior y desde capacitación vocacional hasta enseñanza especial para discapacitados.

También especifica 10 tareas estratégicas que incluyen garantizar el acceso equitativo a los servicios de educación pública básica, desarrollar universidades de categoría mundial y abrir aún más la educación para el mundo.

Bajo el punto de la apertura, hay metas detalladas como la promoción del reconocimiento mutuo de títulos y diplomas, y la cooperación educativa en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta.

Publicado por las oficinas generales del Comité Central del PCCh y del Consejo de Estado, el plan quinquenal de implementación, que abarca el período de 2018 a 2022, especifica 10 tareas clave para avanzar en la modernización de la educación, incluidos los requisitos sobre el mejor uso de la tecnología de la información.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-02/24/c_137845247.htm

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