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“La educación debería ser un entrenamiento sobre cómo aprender”

Por: Laura Roman. 

‘Educar humanos en un mundo de máquinas inteligentes: 100 ideas y reflexiones sobre la nueva educación que necesita la sociedad’ es el último libro de Alfons Cornella, experto en tecnología, ciencia e innovación. ¿Cómo será el futuro de la educación? Responde en esta entrevista.

Con más de 20 libros sobre tecnología e innovación, Alfons Cornella, consultor educativo con una amplia experiencia en el campo de la tecnología, acaba de publicar ‘Educar humanos en un mundo de máquinas inteligentes: 100 ideas y reflexiones acerca de la nueva educación que necesita la sociedad’. En esta obra reflexiona sobre cómo debe ser la educación que forme a los estudiantes para empleos que ni siquiera existen, prestando especial atención al lugar que las máquinas tendrán en todo ello.

¿Hacia dónde se dirige la educación actual? ¿Cómo será en el futuro?

Nadie lo sabe con certeza. Pero hay cada día más opiniones alrededor de dos ideas: sea lo que sea lo que venga, se centrará en descubrir y sacar partido al talento personal de cada uno, y en aprovechar las habilidades humanas que una máquina tiene difícil replicar. Por tanto, el futuro de la educación es lo que yo denomino ‘artesanía de humanos’: ayudar a descubrir el talento de los estudiantes, y estimularlos después a utilizarlo para hacer algo diferencial (cuanto más único mejor) y diferente de lo que pueda hacer una máquina. Por tanto, y aunque suene paradójico, el futuro de la educación es formar humanos diferentes y únicos.

¿Para qué se está educando a los estudiantes del presente?

Para aprender unos conocimientos que les permitan trabajar en algo que en pocos años no existirá. No formamos en ‘aprender a aprender’ ni a adaptarnos activamente a las nuevas condiciones del entorno. La educación debería ser un entrenamiento sobre cómo aprender, y, más exactamente, un entrenamiento a cómo tú aprendes, a tu forma particular de aprender. Ayudarte a descubrir para qué estás especialmente dotado (talento natural) y a determinar cómo aprendes (cómo incorporas nuevas habilidades, y sí, también nuevos conocimientos). Algo que creo que no se está haciendo a día de hoy.

¿Cuáles son las habilidades que deben desarrollar ahora para poder enfrentarse a su futuro laboral?

Sobre todo, a corto plazo, ‘aprender a aprender’: aprender a leer rápido, aprender a entender, aprender a sintetizar, aprender a presentar, aprender a desaprender también a aprender a concentrarse y a relajarse. Aprender a colaborar y a empatizar con otros humanos. Aprender a crear si ese es tu talento y también a aprender a utilizar máquinas como una forma de aumentar tus capacidades y habilidades. Perder el miedo a pensar por ti mismo o a arriesgarte a experimentar.

“El mundo al que vamos es demasiado complejo para desaprovechar el talento de las próximas generaciones”

En su libro hace referencia a que son necesarios muchos cambios: en docentes, espacios, métodos… ¿De qué forma deben cambiar?

Creo que el más relevante es que los alumnos deben aprender resolviendo situaciones lo más reales posibles. Y para ello deben incorporar ideas, herramientas y procesos. Me imagino una jornada en el aula que consiste en debatir, encontrar información, desarrollar conocimiento o experimentar al respecto. Un ejemplo: tratar sobre cómo llega el agua potable al grifo (algo realmente complejo y que involucra muchos conocimientos, tecnologías y ciencias sociales). Eso implica que no existen aulas-jaula, que existen herramientas para buscar la información y las personas para ayudar a discriminar la información relevante de la que no lo es. Cada día, una idea, un descubrimiento (¿qué hemos preguntado hoy?), una percepción de lo diversos y complejos que somos los humanos.

¿Será la inteligencia artificial clave para conseguir ese cambio?

Lo que creo que será clave es cómo aprendemos a combinar la inteligencia humana con la inteligencia artificial, cómo multiplicamos nuestras capacidades humanas por las de las máquinas inteligentes. La inteligencia artificial puede que cambie el mundo, pero tenemos que asegurarnos que somos nosotros los que controlemos que lo haga bien. En este sentido, en los centros educativos, si ya estamos llegando a tarde a sistematizar el proceso educativo para que cada estudiante entienda cómo funciona un programa (‘o sabes programar o te programan’), imaginémonos cómo de rápido deberíamos avanzar para que pudieran entender cómo funciona una máquina inteligente. O incorporamos la IA en la escuela o pronto a la mayoría de la población, y lo que ocurre a su alrededor, les parecerá pura magia: no entenderán nada y se someterán sin esperanza de poderlo controlar.

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¿El aprendizaje de materias como robótica o programación en la escuela actual es el inicio de lo que vendrá?

Seguramente, pero insisto en que esto es solo una parte de la agenda. Hay que perderle el miedo a la tecnología (son herramientas), pero lo más importante es aprovechar las características únicas de los humanos: su creatividad, imaginación, inspiración, empatía, colaboración, resiliencia, compasión, capacidad de riesgo o  capacidad de querer, por supuesto, el amor, la pasión, el arte o la música. Hay que hacer que cada humano pueda desarrollarse. No es una cuestión de ‘buenísmo’ sino de eficacia: el mundo al que vamos es demasiado complejo para desaprovechar el talento de las próximas generaciones.

“Hay que perderle el miedo a la tecnología (son herramientas), pero lo más importante es aprovechar las características únicas de los humanos”

¿Qué papel tendrán las máquinas en la educación?

Es difícil de pronosticar, pero creo que en la línea de lo ya dicho, lo que viene es la ‘multiplicación’ de humanos por máquinas: humanos que aumentan sus capacidades naturales con máquinas, y máquinas que aprenden de los humanos. Es posible que las máquinas almacenen datos y conocimientos y que den respuestas, pero nuestra esperanza es que nosotros podamos seguir haciendo las preguntas.

Comenta que la misión fundamental del maestro es descubrir y desarrollar talentos, ¿de qué forma puede hacerlo con los recursos actuales?

Hay casos de escuelas en todos los rincones del mundo sin muchos recursos, en los que el docente hace esa función de descubrimiento y proyección de las posibilidades del alumnado. Es cierto que para hacerlo puede que les falten herramientas, pero se pueden construir (de hecho, nosotros lo hemos hecho en un proyecto). Creo que el problema principal es que el trabajo del profesorado debería ser muy vocacional. Y parte de esa vocación debería ser hacer crecer humanos felices. Menos obsesión por pasar exámenes y pruebas y más energía en hacer que cada estudiante encuentre aquello que se le da muy bien, y que si llega a hacerlo le dará felicidad, para convertirse en un ciudadano que haga mejor la sociedad en la que vive.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/alfons-cornella-educacion-aprendizaje/101751.html

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En OVE celebramos el Día Internacional del Libro, con una colección de textos en PDF recomendados.

Por: Editores OVE

El Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor(Copyright). Desde 1996 es una celebración internacional promovida por la UNESCO, el 23 de abril de 1996 se inició en varios países y en 2008 la celebración ya había alcanzado más de cien países 

El Origen del día del libro se remonta a 1926. El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.

Para celebrar este día agrupamos algunos libros publicados en OVE y te dejamos los link para que los disfrutes.

Libro. Serie: Calidad Educativa. Postdoctorado en Sistemas de Evaluación de la Calidad Educativa.

Libro: Investigación de los Saberes Pedagógicos

Libro: Educación Emocional. Propuestas para educadores y familia (PDF)

Libro: McLaren, Peter – Pedagogía crítica y cultura depredadora (PDF)

Libro: Cine y Educación (PDF)

Libro: Entornos personales de aprendizaje: claves para el ecosistema educativo en red

Libro: Ideas en la educación latinoamericana. Un balance historiográfico (PDF)

Libro: El Fin de la Educación Pública (PDF)

Libro: Mi genoma creativo, una guía para docentes para descubrir los superpoderes creativos del alumnado

Libro: Educación 2.0. Aprendizajes en red y construcción abierta

Libro Feminismos Populares, Pedagogías y Políticas (Descargar)

Reseña de Libro: Tiempos para pensar.

Libro. Serie: Pedagogía Crítica. Curso de Ampliación en Formación Sociopolítica

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Educación y Cuarta Transformación

Por: Luis Hernández Navarro.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha ido fijando los objetivos de la Cuarta Transformación (4T) poco a poco. No hay, hasta el momento, un documento oficial que dé cuenta de las principales características de su propuesta. El mandatario anunció su propósito en plena campaña electoral y ha ido precisando algunas de sus peculiaridades sobre la marcha.

Entre otros elementos que la componen, se encuentra el de concebirse como la siguiente etapa de las tres grandes transformaciones políticas y sociales anteriores: la Revolución de Independencia, la Reforma y la Revolución de 1910-17. Sin embargo, a diferencia de ellas, este nuevo trayecto histórico será pacífico y gradual.

Los componentes esenciales de este cambio son la lucha contra la corrupción, la separación del poder económico del político y la redistribución del ingreso por la vía de apoyos directos a los más necesitados. Adicionalmente, decretó el fin del neoliberalismo y apuesta por la soberanía energética, sin modificar el actual marco legal.

Si es difícil precisar en qué consiste la 4T en lo general, más lo es en el terreno educativo. AMLO ha hecho declaraciones sobre este tema en sus conferencias mañaneras, envió al Congreso una propuesta de reforma educativa y elaboró un memorando dirigido a sus secretarios de Educación, Gobernación y Hacienda, girando instrucciones sobre este asunto. Pero no ha presentado un proyecto educativo acabado.

Por su parte, el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, ha adelantado algunas ideas generales. Se entiende que lo ha hecho con el aval de su jefe. Pero algunas de esas propuestas, como el de la nueva escuela mexicana, son iniciativas sin contenido preciso.

A pesar de ello, puede inferirse que sus preocupaciones para la educación responden a los lineamientos generales de la 4T. Es el caso de la corrupción. Su propuesta para enfrentar la lacra en el sector consiste en la recentralización de la nómina magisterial y del fin de la venta de plazas. “La SEP –escribió en el memorando– administrará las plazas sindicales, evitará que se trafique con ellas y garantizará la contratación de maestros egresados de las normales públicas.”

La recentralización de la nómina magisterial es el reconocimiento oficial del fracaso de la descentralización educativa pactada en el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica de 1992.

No es algo nuevo. La nómina magisterial comenzó a recentralizarse en 2015, en plena reforma educativa del Pacto por México. Con la creación del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo (FONE), la SEP pasó a hacerse responsable del pago a 950 mil trabajadores de la educación. Sin embargo, el pago de decenas de miles de mentores más siguió siendo responsabilidad de los estados. De manera que miles de maestros que no cuentan con plazas presupuestales avaladas por la Secretaría de Hacienda laboran en las entidades. Eso no significa que esos profesores hayan comprado sus plazas, o las hayan obtenido por medio de prácticas corruptas.

AMLO pudo acercarse a lo que significa esta bomba de tiempo, a raíz del paro magisterial y el bloqueo de las vías de ferrocarril en Michoacán de comienzos de este año. El FONE dejó allí fuera de sus listas a 18 mil 500 maestros. Lo mismo sucede en muchos otros estados.

Adicionalmente, existen diferencias salariales importantes entre maestros de distintos estados e incluso de la misma entidad. Los días de aguinaldo y distintos tipos de compensaciones varían en todo el país. ¿Qué va a hacer la autoridad con estas diferencias salariales al recentralizar la nómina? ¿Dejarlas como están? ¿Homogeneizarlas? Y si lo hacen ¿será a partir de lo que obtienen los que ganan más o los que ganan menos?

La recentralización puede ser una medida en la dirección correcta para ordenar el sector, siempre y cuando reconozca la antigüedad y el trabajo de esos miles de docentes no considerados en el FONE actual, y no implique que los maestros pierdan conquistas que ya tienen.

Es correcto terminar con la venta y el tráfico de plazas. Así lo ha demandado la CNTE una y otra vez. Quienes dicen lo contrario, mienten. Pero el control de las plazas por parte de la SEP, sin otros mecanismos adicionales, no garantiza el fin de la corrupción en el sector. En 2010, la SEP, a través de la UPN, encargó la encuesta Disposición de los docentes al desarrollo profesional y actitudes hacia la reforma educativa. El sondeo concluyó que 28.1 por ciento de los docentes obtuvieron su plaza por intermediación de la SEP o la autoridad educativa (https://bit.ly/2Xyf7TE). Un porcentaje mayor al que lo hizo a través del SNTE.

En el memoramdo, AMLO establece que la educación pública debe ser obligatoria, laica, pluricultural, de calidad y gratuita en todos los niveles de escolaridad. Todos estos ejes son claves, excepto el de calidad. Aunque es una palabra bonita, calidad fue el concepto articulador de la reforma educativa de Peña Nieto. Lo fue, por una razón: es un término proveniente del mundo de los negocios, que, en el terreno educativo, sirve a la política neoliberal, y a las mediciones estandarizadas en el propósito de la educación.

Otra historia es el dictamen de reforma educativa aprobado en la Cámara de Diputados. El documento no tiene nada que ver con una transformación pedagógica progresista de largo aliento. Es, en lo esencial, la misma gata del Pacto por México, sólo que revolcada.

Fuente del artículo:

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“La educación concertada es una trampa”

Por: Ana Torres Menárguez. 

 

Cuatro profesoras de la escuela pública alertan de que la desigualdad educativa crece y «crea colegios gueto»

Están nerviosas. Es la primera vez que se sientan frente a unos focos para hablar de los problemas de la educación. Ellas, las cuatro, son profesoras de primaria de la escuela pública y lejos de hablar de mejoras en el salario o en la jornada laboral, les preocupan los alumnos, los contenidos a los que están expuestos y la cada vez mayor desigualdad del sistema, que genera «colegios de primera y de segunda». Tienen claro que los que están fallando son los políticos, incapaces de llegar a un pacto de Estado por la educación, y lamentan que la enseñanza se use como arma arrojadiza. Han perdido la esperanza en los partidos; no creen que ninguno saque adelante reformas a la altura. Ante las elecciones generales, tratan de describir las grietas de la escuela para ver si alumbran a algún político. Coinciden en el diagnóstico general: falta financiación.

«Siempre he creído en el poder compensador de la escuela, pero se está perdiendo», comenta Esther Estebaranz, maestra de 58 años del colegio madrileño Bravo Murillo. «Estamos creando colegios gueto», añade Estefanía Martín, de 60 años y profesora del Camilo José Cela, en el que también dan clase las otras dos docentes. Creen que los años «magníficos» en los que la pública elevó su nivel ya pasaron y que ahora se está clasificando a los niños en diferentes colegios en función de los ingresos de sus familias y de su clase social. «Trato de pelear contra eso cada día, pero siento que estoy frente a un muro», añade Estebaranz.

Los datos les dan la razón. En los últimos años, la Comisión Europea y la ONU han urgido a España a revisar y aprobar políticas que frenen la llamada segregación escolar —separación de los niños en diferentes escuelas según su perfil socioeconómico—, que afecta al 46,8% de los centros educativos del país. Nueve de cada diez son públicos, según un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid.

La «falta de regulación» sobre la concertada y el pago de cuotas por parte de las familias son para estas cuatro profesoras dos de los puntos débiles del sistema. «El problema del colegio concertado es el segundo apellido: sostenido con fondos públicos. Tuvo sentido en los ochenta, cuando la escuela pública no podía asumir tanto alumno y el Estado no podía construir a esa velocidad, pero hoy ya no está justificado», analiza Estebaranz.

«La concertada es una trampa porque, en teoría, se rigen por las mismas normas que nosotros, pero en la práctica eso es mentira. Ellos eligen a su alumnado», indica Beatriz Flores, maestra de 41 años. Critican también la forma en la que los concertados escogen al profesorado: «No pasan los mismos controles que nosotros», «su contratación depende de quién les recomiende», «o de si son amigos del director», comentan. «Ganan menos», añade otra. Eso sí, tienen claro que ellas ganan en libertad de cátedra.

Sobre las propuestas de Educación que los partidos llevan en sus programas electorales, les preocupa la del PP de extender el modelo de escuela bilingüe en inglés —puesto en marcha en Madrid en 2004— a otras autonomías. «Están jugando con la opinión pública porque las familias no conocen las desventajas de ese sistema y están engañadas», apunta Flores. Critican que no se haya hecho una evaluación «seria» del modelo, de cómo influye en el rendimiento de los niños. Creen que explicar asignaturas como sociales y naturales en inglés no es pedagógico. «La polinización, la fotosíntesis… son procesos complejos que al final los niños no entienden bien y sus familias acaban comprando libros de texto en español para explicárselo en casa», asegura Mercedes Montava.

La religión copa parte del debate. No están de acuerdo con que los colegios tengan que ofrecerla de forma obligatoria cuando «somos un país aconfesional». «Tiene las mismas horas que música o plástica, materias que nos permiten trabajar la creatividad del alumno», denuncia Estefanía Martín. Celebran que en su nuevo proyecto de ley educativa el PSOE se «haya atrevido» a modificar la LOMCE para que la materia ya no compute en la media de selectividad (EVAU) para el acceso a la universidad, pero creen que hace falta «más valor» por parte de los partidos de izquierdas para sacar la religión del currículum académico.

Les cuesta cambiar de tema. «Es la primera vez que me preguntan sobre la radiografía de la escuela, es importante que nos escuchen», sostiene Estebaranz. Al residir en Madrid, sale a colación la vivienda. Sienten que les han arrebatado su ciudad, que en España las Administraciones «solo dan importancia al sector servicios» y por eso permiten la gentrificación de los barrios. Les preocupa su futuro, su jubilación y el precio de las residencias. No quieren depender de sus hijos y esperan que en unos años se regulen las viviendas cooperativas para la tercera edad, con atención sanitaria incluida. «Todo esto requiere que paguemos más impuestos, pero a ver qué candidato se atreve a anunciarlo», sostiene Estebaranz. Están hartas de que el foco político sea el procés de Cataluña, un tema que “está poniendo en jaque al Estado». «Pero ¿qué pasa con los demás? También estamos aquí, ¿han oído?», cierra Montava.

Fuente del artículo: https://elpais.com/politica/2019/04/16/actualidad/1555411914_215876.html

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México: Educación en línea crece por flexibilidad de horario

América del Norte/ Mexico/ 22.04.2019/ Fuente: www.diariodexalapa.com.mx.

La modalidad ha tomado fuerza debido a que 67% de los internautas cuentan con un empleo formal

Ciudad de México, (Notimex).- La modalidad de educación en línea ha tomado fuerza en México, debido a que 67% de los internautas cuentan con un empleo formal, por lo tanto no disponen de un horario fijo para estudios.

De acuerdo con el Estudio de Educación en Línea 2019 realizado por la Asociación de Internet.MX, de las personas que estudian en el país, 44% lo hace en una modalidad mixta, 42% en presencial y sólo 13% en línea.

En contraste, el interés de 45% de quienes estudian se centra en la educación en línea, 37% en mixta y sólo el 18% en presencial.

Respecto a los motivos por los que optan por la educación on line, el factor dominante fue el costo de la oferta educativa, seguido de la flexibilidad de horarios y la disponibilidad de la plataforma en todo momento.

El 58% de los estudiantes invierte más de 10 mil pesos mensuales y 23% entre dos mil y cinco mil pesos.

Entre los beneficios percibidos sobre las diversas modalidades educativas, los encuestados resaltaron que aunque la modalidad en línea les exige mayor responsabilidad, proactividad y dedicación, les aporta flexibilidad de tiempos y mejor aprovechamiento de los estudios.

Además, la educación presencial es más costosa y demanda más tiempo, pero continúa dominando la idea de que esta modalidad recibe mejor aceptación de las empresas al solicitar empleo.

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Educación: la real batalla del futuro de un país

Por .

 

La misión de la educación es que el estudiante aprenda, recibiendo conocimientos y procedimientos para seguir aprendiendo en la vida y —muy especialmente— poder hacer que esos aprendizajes le sean útiles para insertarse fluidamente en la sociedad. Naturalmente, esta afirmación se corresponde con la idea colorada y batllista de que la educación es la herramienta más transformadora de la sociedad, la más generadora de oportunidades. Concepción que ha sido controvertida en nuestro país desde mentalidades corporativas que le atribuyen al nivel social un papel hegemónico, excluyente, que —a su criterio— la educación difícilmente pueda quebrar. En su tiempo polemizamos en el Senado uruguayo con legisladores del Frente Amplio a este respecto.

La consecuencia de su idea, profundamente equivocada, es que el sistema educativo, que antes supo transformarse para atender los desafíos de cada época, ha terminado siendo una reproductora de hábitos y procedimientos poco adaptados a los cambios. ¿Por qué pasa? Porque quienes condenan a la sociedad democrática, a la sociedad abierta, a la economía de mercado, no aceptan que la educación sea un proceso para insertar a los educandos en el mundo tal cual es. De ahí que su visión de la historia, de la filosofía, de la formación cívica, sea más para cuestionar que para entender, para sentirse parte de un país en el que valga la pena vivir. No se trata de darles una visión de película de Walt Disney, pero sí de que asuman los valores que configuran nuestra institucionalidad.

Como consecuencia de aquella visión frentista es que se desarmó sin evaluación el programa de la enseñanza media en Uruguay, que venía de nuestra reforma de 1995; que en los CERP, los centros de formación docente, se volviera a la enseñanza por asignaturas y que para bajar la tasa elevadísima de repetición se introdujera el famoso «pase social», que bajo el rótulo de la solidaridad social es la condena para los niños de los niveles sociales más necesitados.

Esto se observa claramente cuando se advierte cómo la tasa de repetición baja en primaria y luego se eleva en la enseñanza media. O sea que, simplemente, los alumnos pasan y pasan en la escuela pero llegan mal preparados al escalón siguiente y fracasan. Lo cual es congruente con los bajísimos niveles de aprendizaje en los sextos años escolares. En efecto, en ciencias, el 56% de los estudiantes de 6° año no logra aplicar conocimientos básicos de ciencia y el 49% no revela adecuada comprensión lectora. Estos son resultados de una evaluación nacional, que se confirma más tarde en la evaluación PISA —internacional— con los estudiantes de 15 años. En ese caso, en matemática el 52% no llega al umbral mínimo y el 39% no lo logra en comprensión lectora.

Cuando vamos a los segmentos por niveles socioeconómicos, en el 20% más pobre de la sociedad, los guarismos son realmente alarmantes. Nos están indicando una condena a la marginación de prácticamente un 60% y eso no puede ser.

De esta situación hay que salir. Debemos superar el quietismo actual, la negación de la crisis de resultados. Se sabe que en materia educativa los resultados no son rápidos y que no hay una medida que aisladamente pueda revertir lo que ocurre. Pero nuestra experiencia en 1995 nos indica que se puede hacer mucho en poco tiempo y poner la mirada en el futuro.

Ante todo, es imprescindible definir políticas educativas de largo plazo, indicadas por la conducción oficial, luego de oír a todos los interesados, pero sin relegar su autoridad en lo más mínimo a las corporaciones gremiales. El país debe seguir extendiendo los establecimientos de tiempo completo, generar métodos pedagógicos más acordes con la era digital en que se está formando la nueva generación, instalar procedimientos de formación a distancia, especialmente para los profesores, a quienes —además— se les debe reconocer por ley el carácter universitario de su carrera, entre tantas otras cosas.

Desde ya que reconstruir la comunidad educativa es fundamental, especialmente en la enseñanza media. Hay que terminar con esta elección de horas todos los años que no solo es un procedimiento inhumano, sino que, además, choca con la necesaria permanencia de los profesores en un mismo establecimiento, conducido también por directores estables y jerarquizados. El eje de la educación, el centro, el objetivo es el estudiante, a quien hay que generarle las condiciones para acrecer sus oportunidades de inserción en nuestra sociedad.

Son objetivos alcanzables. Pero se necesita armar un equipo coherente en el Codicen y en las demás ramas, convencido de su tarea y capaz de enfrentar las resistencias al cambio que ya están expuestas. Siempre se tiene el anhelo de que las gremiales de maestros y profesores asuman este espíritu, que vuelvan a sentirse protagonistas de una reforma positiva, de una mirada hacia delante. Los indicios, en esta materia, no son auspiciosos, pero no por ello hay que desfallecer en este esfuerzo, del que depende —cada día más— el futuro del país. En una economía basada en el conocimiento, no hay margen para insuficiencias educativas.

Desgraciadamente, el tema no está hoy en el primer lugar del debate en Uruguay, desplazado por urgencias importantes, pero nada debe distraernos de que esta es la real batalla del futuro nacional. Lo urgente no puede relegar a la importante.

Fuente del artículo: https://www.infobae.com/opinion/2019/04/12/educacion-la-real-batalla-del-futuro-de-un-pais/

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La esclavitud: el mal que no se desvanece

Por: Daniel Rosselló.

 

Cuando escuchamos la palabra esclavitud nos vienen a la mente imágenes de tiempos remotos: de galeras, de hombres y mujeres encadenados andando por caminos de tierra, o siendo vendidos en los mercados como cualquier otra mercancía. De hecho, a nivel legal, el siglo XIX supuso el fin de la esclavitud con el Acta para la abolición del comercio de esclavos promulgada por el parlamento británico en 1807, y que aunque sólo prohibiría la esclavitud dentro de las fronteras del Reino Unido, sería el desencadenante de su prohibición a nivel mundial. Pero, ¿y si nos preguntaran acerca de la esclavitud hoy en día? ¿Podemos encontrar en nuestros días, en los tiempos donde ya existe una carta que recoge los derechos humanos fundamentales e instituciones para defenderlos, más o menos esclavos? No es una pregunta fácil y su respuesta requiere de un análisis concienzudo. Lo que está claro es que a pesar de estar ilegalizada, la esclavitud continuó existiendo y evolucionando.

Problemas: la definición y el número

Según el Diccionario de la Real Academia Española un esclavo es aquella persona que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra. No obstante, en la actualidad la esclavitud no siempre se manifiesta de manera tan obvia por una mera relación de propiedad de una persona sobre otra. Según la Organización Internacional del Trabajo(ILO por sus siglas en inglés) un esclavo es toda persona obligada a trabajar por medio de la coerción y la violencia, ya sea de tipo mental o física, pero también por métodos más sutiles como las deudas, la retención de los documentos identificativos o, en el caso de tratarse de personas en situación irregular, mediante la amenaza de denuncia a las autoridades, limitándose así su libertad de movimiento. Por otra parte, ser mujer, menor, parte de una minoría étnica o religiosa o migrante ilegal constituirían las principales categorías de riesgo para sufrir esclavitud en la actualidad, siendo necesario acentuar la enorme feminización de este tipo de explotación, constituyendo las mujeres y las niñas más de la mitad del número de personas esclavas a nivel mundial.

Según esta definición, la ILO cifraría la cantidad de personas esclavizadas en torno a los 21 millones de personas. No obstante, según diversas ONGs dedicadas a recabar información local al margen de los gobiernos y de las Naciones Unidas dichas cifras serían muy optimistas, situándose el número real en torno a los 27 millones en todo el mundo. Sin embargo, la organización Walk Free Foundation situaría la cantidad real en casi 36 millones de seres humanos, asegurando que nuevas investigaciones les han permitido localizar mucha más esclavitud de la que se creía en diversas partes del mundo. Además este grupo considera también, a diferencia de la ILO, el fenómeno de los niños soldado como una forma de esclavitud. India, China, Pakistán, Uzbekistán y Rusia concentrarían el 61% de todos los esclavos y esclavas del mundo. No obstante, en proporción a su población, Mauritania se encuentra a la cabeza, con un 4% de su población –lo que significan unas 150.000 personas de entre 4 millones– sometida a esclavitud. Por todo ello nos encontraríamos en la época de la humanidad con más personas esclavizadas en todo el planeta, un dato que si bien podríamos achacar al aumento exponencial de la población humana en todo el mundo, no debe de dejar de ser considerado como algo preocupante.

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Del esclavo al esclavizado

Dejando de lado las discusiones acerca de la definición y del recuento de personas esclavizadas en el mundo, entramos en la tarea de la clasificación. No se trata de algo fácil y, como hemos podido comprobar por el caso de Walk Free Foundation y de su inclusión de los niños soldado en dicha categoría, también está sujeto a debate. A pesar de todo podemos considerar las tipologías establecidas por Anti-slavery como una guía para intentar comprender mejor el fenómeno de la esclavitud moderna. Según esta organización, que dedica sus esferzos a intentar combatir cualquier tipo de esclavitud a lo largo y ancho del mundo, actualmente podríamos encontrar hasta seis tipologías de esclavitud.

La primera de ellas sería el de la servidumbre, considerada la más extendida de todas. Se basa en la relación de dependencia que se establece cuando una persona obliga a trabajar a otra como forma de pago de una deuda. La deuda a pagar se va haciendo constantemente mayor, con lo que la persona deudora es esclavizada, muchas veces pasando esta deuda de generación en generación y, por lo tanto, llevando a la existencia de niños y niñas que nacen esclavos. Al ser el tipo de esclavitud más extendido podemos encontrarlo en todas partes del mundo, pero es especialmente común en el sudeste asiático y el subcontinente indio, donde se utilizan los lazos de servidumbre, en ocasiones combinados con las relaciones jerárquicas entre las castas, para trabajos de todos los sectores, desde la agricultura a la industria, como en el caso de las fábricas de ladrillos.

En segundo lugar nos encontramos con la esclavitud infantil, que afectaría a más de 5,5 millones de niños y niñas en todo el mundo. Se trata de un tipo de esclavitud que no incluye sólo trabajo forzado en la agricultura, en fábricas o en el servicio doméstico, sino también cualquier tipo de uso abusivo y coercionado de los menores para conseguir una ganancia, ya sea por medio de su prostitución, en forma de material pornográfico, criminalización y mendicidad forzadas…y por supuesto el reclutamiento de niños y niñas para su participación en conflictos armados.

Tenemos también la esclavitud basada en la institución del matrimonio, cuando esta se implementa de manera forzosa y/o cuando implica a menores. Se trataría de un tipo de esclavitud que, pese a la existencia de niños varones involucrados en procesos matrimoniales infantiles, afecta mayoritariamente a las niñas y a las mujeres. Si bien el matrimonio infantil no significa necesariamente esclavitud, especialmente cuando las menores tienen más de 16 años, lo cierto es que, primeramente, significa por lo general el fin de su carrera educativa, además de tener graves consecuencias para la salud mental y física, especialmente cuando se producen violaciones dentro del matrinomio. Por otra parte lo que sí está claro es que el matrimonio se utiliza para encubrir casos de esclavitud y sirve de nexo para esclavizar de por vida a la niña que se casa y a la mujer en la que se convertirá.

Asimismo nos encontramos con el caso obvio del trabajo forzado. Abarca los casos en los que alguien es obligado a trabajar en contra de su voluntad bajo amenza de algún tipo de castigo. Si bien todas las tipologías de esclavitud tienen en su esencia algo de trabajo forzado, debemos distinguirlas de ésta. Involucra a más de 20 millones de personas en todo el mundo, lo que significa que tres de cada mil personas empleadas en todo el planeta está sometida a procesos de trabajos forzados. Afecta principalmente a adultos (74%) frente a menores y más a las mujeres (55%) frente a los hombres. Se produce en todos los sectores económicos, aunque el 90% se da en la economía privada y en empresas, y más del 20% de los mismos implican explotación sexual –algo que, de nuevo, afecta principalmente a las mujeres–. En cuanto a su distrubución, si bien está claramente concentrado en la región de Asia-Pacífico, donde se localizan más de 11 millones de personas sometidas a trabajo forzado, los encontramos en el resto de regiones, incluyendo los países más desarrollados. Y es notable que en un 10% de los casos el Estado, generalmente por medio de las fuerzas armadas, está implicado en este fenómeno, por ejemplo cuando lo imponen a los habitantes de regiones rebeldes.

Del mismo modo tendríamos el caso de la esclavitud por descendencia, muchas veces vinculada a la noción de una ‘clase’ o ‘casta’ esclava. Se basa, en resumen, en que una persona será esclava si su madre lo es. Es una esclavitud que dura de por vida y que obliga a trabajar de manera gratuita para el ‘amo’, especialmente en el ámbito doméstico. Son tratados como propiedades, pudiendo ser heredados, vendidos o regalados. Además se les niega la posibilidad de trabajar fuera de la relación amo-esclavo, y se les son negados todos los derechos, además de ser sometidos a abusos de todo tipo por parte de sus dueños, incluído el matrimonio forzado como forma de prostitución encubierta, como es el caso de las wahaya, en Níger. Es un fenómeno propio de estructuras sociales fuertemente jerarquizadas, y que persiste aún en países de África occidental como Níger, Malí o Mauritania.

Por último tenemos la esclavitud derivada del trafico de personas. Es la más compleja de medir, puesto que las personas con las que se trafica raramente son localizadas. No obstante habría una cantidad constante de 2,5 millones de personas sometidas a este tipo de abuso. Afecta principalmente a personas que, buscando huir de guerras o de situaciones de pobreza, acaban siendo esclavizadas en cualquiera de las formas descritas anteriormente. Y, aunque suele ocurrir a través de varios estados, existe también a nivel nacional –entre zonas rurales y las grandes ciudades, por ejemplo–.

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Global Slavery Index, datos para 2014. En tonos rojos más oscuros, los países con mayor presencia de la esclavitud moderna. Más información en: http://d1p5uxokz2c0lz.cloudfront.net/wp-content/uploads/2014/11/Global_Slavery_Index_2014_final_lowres.pdf

Buscando a los culpables

Al observar todas estas cifras uno no puede sino preguntarse: ¿Quién es el responsable? Pues si bien está claro, tal y como se ha visto, que determinadas estructuras sociales incluyen la esclavitud como una pieza más de la jerarquía entre los individuos, 36 millones de personas no están sometidas a este yugo sólo por esta causa.

En primer lugar, está claro que los problemas de desarrollo, la pobreza y, por supuesto, las guerras, conforman un caldo de cultivo idóneo para la esclavitud al originar situaciones de vulnerabilidad total frente a la explotación y al no garantizarse la seguridad para los seres humanos. Las mafias constituirían uno de los actores que más se benefician de estas situaciones, atrapando a los emigrantes en su periplo hacia un lugar mejor en el que vivir. La servidumbre por deudas, el tráfico y la explotación laboral se combinan de manera cruenta en muchos de estos casos. Las víctimas principales son, de nuevo, las mujeres, y el destino más común es su explotación con fines sexuales, una lacra de la que ningún Estado se libra, incluidos los europeos. Se calcula que este problema afectaría a 4,5 millones de mujeres en todo el mundo, estando en todos los contienentes y países. Así, por ejemplo, en el año 2014 sólo en España se habrían destapado 14.000 casos.

No obstante, no sólo los grupos criminales se aprovechan de la precariedad para esclavizar. Grandes compañías multinacionales, especialmente aquellas dedicadas al sector textil, producen utilizando mano de obra, muchas veces infantil, en condiciones de esclavitud a través de un entramado de subcontratas. Zara, Mango y H&M son unas de tantas firmas acusadas de utilizar este tipo de prácticas, a pesar de que muchos de los activistas y trabajadores que denuncian este tipo de situciones terminan en el exilio o en la cárcel. Situaciones similares se repiten en todos los sectores, desde la electrónica hasta la agricultura, pasando por la minería, el sector alimentario y la fabricación de juguetes.

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Y, por supuesto, muchos estados participan de manera directa o indirecta en procesos de esclavización. Ya sea por no dedicar los esfuerzos necesarios para combatirla, permitirla de manera tácita dentro de sus fronteras mediante leyes laborales que no protegen los derechos de los trabajadores, o por beneficiarse sistemáticamente de la misma. Un caso muy llamativo es el de Uzbekistán, donde cada año se lleva a cabo un proceso de explotación laboral estatal para la cosecha del algodón, estando implicadas de nuevo varias multinacionales occidentales de renombre, y en la cual se obliga a hombres, mujeres, niños y ancianos a trabajar de manera gratuita, suministrándoseles tan sólo un plato de comida al día. Gracias al mantenimiento de esta dinámica el estado ingresa millones de dólares en sus arcas. Nos encontramos también con Eritrea, donde el presidente Issayas Afeworki, antiguo líder guerrillero que luchó por la liberación nacional, ha impuesto el servicio militar obligatorio e indefinido, convirtiendo el país en un gigantesco campo de trabajos forzados. Asimismo, diversos estados, como Myanmar, Sudán del Sur o República Democrática del Congo utilizan niños soldados entre sus filas, lo que implica que niños y niñas han sido alejados de sus familias y privados de educación para servir en combate, llevar a cabo tareas de limpieza o ser explotados sexualmente.

De la misma forma, los grupos armados en general, ya sean gubernamentales o fuerzas rebeldes, constituyen otro de los actores que lleva a cabo procesos de esclavismo. Un caso llamativo es el del Estado Islámico, que entre sus métodos de financiación incluye el tráfico de seres humanos, y que ha sometido a explotación sexual a miles de mujeres.

Por un futuro sin cadenas

En definitiva, la esclavitud continúa siendo un fenómeno actual, diverso y de enorme magnitud, enraizado en fenómenos como la pobreza, la exclusión social, las guerras y la falta de garantías para la protección efectiva de los derechos humanos. Por todo ello, si se quiere erradicar será necesario el compromiso efectivo de los gobiernos y la movilización de los agentes sociales, ya sean ONGs o sindicatos, que deberán promover cambios estructurales a nivel social y económico, la imposición de legislaciones laborales que defiendan los derechos de los trabajadores y todo ello presionando a su vez a las empresas para que abandonen sus prácticas esclavistas, primándose la dignidad humana sobre los beneficios económicos. Sin duda, los intereses que se entremezclan con la esclavitud son muchos y se trata de un fenómeno muy lucrativo, con lo que acabar con estas prácticas no será una tarea fácil. No obstante la voluntad política y la denuncia constante de este tipo de situaciones no deberán dejarse de lado si se quiere, realmente, hacer de la esclavitud un problema del pasado.

Fuente del artículo: https://elordenmundial.com/la-esclavitud-el-mal-que-se-desvanece/

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