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Robert Swartz: «Las piedras angulares de las nuevas aulas del siglo XXI son pensamiento, comunicación y colaboración»

Estados Unidos / 12 de mayo de 2019 / Autor: Ecoaula / Fuente: El Economista

  • Ha trabajado durante más de veinticinco años con educadores

La Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) acogió hoy la IX Jornada de Intercambio de Buenas Prácticas Docentes «La tradición como reto de la innovación», un evento en el que el Dr. Robert Swartz, creador del método Thinking Based Learning (TBL), acercó con su masterclass «Innovando y transformando el Aprendizaje mediante el pensamiento: Nuestro compromiso como educadores», la puesta en marcha en el aula de su sistema de enseñanza del pensamiento. Además, se presentaron los trabajos galardonados del VIII Premio de Buenas Prácticas Docentes de Innovación Educativa organizado por Escuelas Católicas Castilla y León para sus centros educativos.

«Nuestras aulas deben cambiar de aulas centradas en el profesor, ya que los alumnos son aprendices pasivos, para convertirse en estudiantes activos, capaces de pensar de manera crítica, tomar decisiones, y aprender de ellas», explicó Robert Swartz en su charla, que insistió en la necesidad de «aprender a pensar de forma más cuidadosa y exacta», comentó. «Las piedras angulares de las nuevas aulas del siglo XXI son: pensamiento, comunicación y colaboración. Las aulas del siglo XXI ayudan a los estudiantes a desarrollar competencias en cada uno de estos puntos para usarlos en sus vidas», analizó.

Swartz aboga por «enriquecer y crear una estructura de información, poner en común cosas que los estudiantes ya conocen con cosas que están descubriendo». «Todo el mundo piensa, pero no todo el mundo piensa con el cuidado y la habilidad que debería», afirma. El experto cree que pensamos mal porque realizamos «un pensamiento superficial, precipitado, de miras estrechas, poco claro y desorganizado» y la solución pasa por enseñar destrezas de pensamiento: «Enseñar a los alumnos a realizar esto cuando tomamos decisiones, resolvemos problemas, predecimos, relacionamos, comparamos, contrastamos…».

La masterclass de Robert Swartz entronca con las líneas de actuación de fomento del pensamiento crítico, creativo y divergente impulsadas desde el Equipo Rectoral para que los estudiantes desarrollen una Empleabilidad inteligente en conexión con la demanda del mercado profesional y del mundo empresarial.

La Rectora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, Imelda Rodríguez Escanciano, acompañada por el Secretario Autonómico de FERE-CECA Castilla y León, Leandro Roldán Maza, han sido los encargados de inaugurar un encuentro que ha estado abierto a la participación de profesionales del sector educativo de Centros privados, concertados y públicos, y a la Comunidad Universitaria de la UEMC.

Esta jornada formativa sirve para dar a conocer nuevas tendencias de enseñanza-aprendizaje, métodos formativos innovadores y se presentaron varias propuestas de investigación de alumnos del Máster Universitario en Formación del Profesorado de la UEMC y los tres trabajos ganadores del VIII Premio de Buenas Prácticas Docentes de Innovación Educativa organizado por Escuelas Católicas Castilla y León junto a la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

El Colegio Nuestra Señora del Pilar (Soria) consiguió el primer premio por su propuesta «Emprendizaje». El segundo premio fue para el Colegio La Inmaculada (Camponaraya, León) con la actividad «El Capitolio de TAFAD» y el tercero para el Colegio La Milagrosa (Salamanca), con su trabajo «Literatours».

Padre del Thinking Based Learning

Robert Swartz es Doctor en Filosofía, graduado en la Universidad de Harvard y profesor emérito en la Universidad de Massachusetts en Boston. Se le considera una de las personalidades más influyentes en el campo de la educación mundial y es el pionero en la inclusión del pensamiento crítico y creativo en los contenidos curriculares. Swartz es el ideólogo del método «Aprendizaje basado en el pensamiento» (TBL, por sus siglas en inglés) que enseña a los estudiantes a tomar decisiones a partir de un razonamiento crítico y a pensar de manera creativa y autónoma.

Ha trabajado durante más de veinticinco años con educadores de colegios y universidades alrededor del mundo, desarrollando e impartiendo cursos de formación profesional sobre la infusión del pensamiento crítico y creativo en los contenidos curriculares. Además, ha sido durante muchos años consultor para el National Assessment of Educational Progress en los Estados Unidos y ha participado en numerosos proyectos de innovación curricular y educativa en diversos países como Australia, Nueva Zelanda, Arabia Saudí, Malasia o Chile, entre otros. Actualmente es miembro del comité organizador de la Conferencia Internacional sobre Pensamiento (International Conference on Thinking, ICOT).

Fuente de la Reseña:

https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/9859756/05/19/Robert-Swartz-Las-piedras-angulares-de-las-nuevas-aulas-del-siglo-XXI-son-pensamiento-comunicacion-y-colaboracion.html

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 12 de mayo de 2019: hora tras hora (24×24)

12 de mayo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 12 de mayo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – España: La mitad de los catedráticos y el 15 por ciento de los profesores universitarios se jubilarán en los próximos siete años

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308621

01:00:00 – Argentina: El ajuste de Macri a la educación en 4 datos (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308631

02:00:00 – Brasil: Jair Bolsonaro promueve que los alumnos filmen a los docentes que expresen ideas de izquierda. Delatando al maestro

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308628

03:00:00 – Observatorio Pedagógico Latinoamericano Radio. Primer Programa. México (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308720

04:00:00 – 3 millones de mayores de 60 años en EE.UU. todavía están pagando sus préstamos estudiantiles

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308775

05:00:00 – Por qué sí y ahora con los maestros de la CNTE. Reforma educativa y laboral (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309135

06:00:00 – Lineamientos curriculares para la aplicación del eje transversal educación y perspectiva de género en séptimo, octavo y noveno grado de educación básica general (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309141

07:00:00 – YouTube y las Universidades

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308724

08:00:00 – Libro: ¿Hasta dónde saben los docentes? (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309144

09:00:00 – Matemática literaria: qué pasa cuando se juntan dos materias que parecen opuestas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309129

10:00:00 – Libro: Actores, identidades y políticas educativas. Una revisión desde la Alianza por la Calidad de la Educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309147

11:00:00 – Innovar en Pedagogía 2019

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308727

12:00:00 – Brasil: Contra los recortes de Bolsonaro en Educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308778

13:00:00 – El Rap de la Educación 2.0

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309138

14:00:00 – China reclutará maestros jubilados para escuelas rurales

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309123

15:00:00 – Las 10 palabras que tienen que cambiar la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308625

16:00:00 – Cuba: Seminario de Internacionalización de la Educación Superior en la Universidad de Oriente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309120

17:00:00 – Robert Swartz: «Las piedras angulares de las nuevas aulas del siglo XXI son pensamiento, comunicación y colaboración»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309126

18:00:00 – Perú: Ministra de Educación defiende ante el Congreso el enfoque de géneros en la escuela

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309117

19:00:00 – ¿Otra vez otro Modelo Educativo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308879

20:00:00 – Argentina: Cambio de régimen para docentes que investigan

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309114

21:00:00 – Enseña Chile presentó en Concepción su documental sobre estado de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309132

22:00:00 – Estados Unidos: Adolescentes transgénero en escuelas con restricciones en los baños tienen mayor riesgo de sufrir una agresión sexual

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308874

23:00:00 – Colombia: “Quien ingrese a la universidad debe terminar”: ministra habla del reto en la educación superior

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308731

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

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Alteridad e interculturalidad para una educación liberadora y decolonial

Por: Oswaldo Espinoza

La Educación como práctica liberadora representa un desafío formidable para las sociedades latinoamericanas que han decidido asumir un proyecto político progresista e independiente en clave decolonial; es solo a través de la educación que los ciudadanos pueden formarse como seres humanos integrales, con valores humanistas, con conciencia y sentido de pertenencia con la madre tierra, la patria grande nuestroamericana, su nación, su territorio y su entorno geo histórico inmediato; un  sujeto pleno, protagonista de su propio desarrollo, constructor de su nueva realidad, por cuanto en palabras del maestro Freire “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.

Para avanzar en este propósito resulta imprescindible combatir y superar el discurso de la colonialidad, siendo necesario comprender dicho discurso en el marco del proceso de colonización y descolonización del cual se desprende y a la vez sustenta; para ello el documento tratará en este breve espacio de tiempo de explicar en la forma más gráfica y sencilla posible categorías como alteridad, interculturalidad, colonialidad y decolonialidad con el fin de abrir un debate sobre la praxis docente y la forma en que consciente o inconscientemente los educadores pueden terminar convirtiéndose en pedagogos de la opresión o la liberación.

Colonialismo y Colonialidad.

El colonialismo, a riesgo de simplificar demasiado el análisis de un proceso histórico tan complejo, se trata básicamente del control absoluto que una potencia (metrópolis) ejerce sobre un territorio (colonia), sus recursos y sus habitantes, este control se desarrolla en tres grandes dimensiones.

la primera es la dimensión Político/Territorial, que se manifiesta en el dominio político y militar de la extensión territorial colonial y en los mecanismos de gobierno sobre la población, pudiendo la metrópolis ejercerlo directa o indirectamente; en segundo lugar estaría el control económico, manifestándose en la posesión exclusiva de los recursos del territorio colonial y el control férreo de sus actividades de producción y comercialización, finalmente es la tercera dimensión la más importante en tanto se trata del discurso que sustenta el proceso colonial y que pervive aun cuando las naciones ya hayan alcanzado su independencia político territorial y un relativo control sobre sus recursos y actividades económicas, está dimensión es la Socio/Cultural y Epistémica, que determina las formas de organización social, de las normas, de las creencias, valores, manifestaciones y conocimientos que guiarán la vida del pueblo que habita el territorio colonial, todo ello adaptado al sistema social de la metrópolis o mejor dicho en función de los intereses de la metrópolis.

Es a esta última dimensión a la que se refieren los autores del pensamiento decolonial  latinoamericano cuando hablan de la colonialidad, para Walter Mignolo, citado por Cortes Gómez “la colonialidad no consiste tanto en la posesión de tierras, creación de monasterios, el control económico, etc., sino más que nada en el discurso que justificaba, mediante la desvalorización, ´la diferencia` que justifica la colonización” (Goméz, 2011. Pag. 7), En esta línea podría afirmarse que es el discurso del opresor para justificar su dominio y control, pero también es, a la vez, el discurso que convence al oprimido de justificar y aceptar su sumisión al opresor.

La Colonialidad así entendida se clasifica a su vez en diversas formas, como la colonialidad del ser, que haciendo gala del darwinismo social establece que existen hombres que son naturalmente superiores a otros, razón por la cual es a estos seres humanos superiores a quienes corresponde dominar (los blancos, hombres, europeos, los ricos y poderosos), en tanto que los seres humanos inferiores (aborígenes, negros, mujeres, campesinos y pobres del resto del mundo, especialmente del sur global) deben asumir la sumisión como condición natural de su inferioridad; si es que no se les reducía a cosas (objetos) como a los esclavos, o se cuestionaba su propia condición humana como con los aborígenes en la primera fase de la conquista. Esta “razón” también sustenta la colonialidad del poder por cuanto el poder solo puede ser ostentado por los superiores, dotados por la providencia con el don de mando, negando la posibilidad de que los otros sean capaces de dirigir sus destinos.

Una Forma de colonialidad muy importante es la colonialidad del saber que parte de la presunción europea de ser la fuente de la civilización y el conocimiento verdadero (Eurocentrismo), siendo los otros reducidos a la condición de barbaros y primitivos, negando sus saberes y conocimientos e incluso sus formas de relacionarse con la naturaleza o lo trascendental, es lo que Catherine Walsh considera como otra forma de colonialidad que ella llama cosmológica y que podría entenderse aquí como colonialidad del creer; en resumidas cuentas haciendo referencia a Cortes, citado por Córdoba y De La Calle, En la Colonialidad, las otras formas de organización de la sociedad, las otras formas del saber y de ser son concebidas “no sólo en diferentes, sino en carentes, en arcaicas, primitivas, tradicionales, premodernas [y] son ubicadas en un momento anterior del desarrollo histórico de la humanidad, lo cual, dentro del imaginario del progreso, enfatiza su inferioridad” (Córdoba y De La Calle, 2015, pag. 2).

Alteridad e Interculturalidad en clave Decolonial

La alteridad también llamada otredad no es más que la forma en que se percibe al otro y en consecuencia determina como relacionarse con ese otro; obviamente desde la óptica colonial, como ya se ha explicado, el otro no existe y debe ser eliminado (genocidio) y si existe, no es otro igual sino inferior al yo, es irracional y primitivo, un ser sin conocimientos verdaderos (epistemicidio); en la misma línea la interculturalidad plantea la relación entre culturas diferentes, solo que en el enfoque colonial diferente equivale a inferior, y como tal la relación entre culturas solo puede llegar a ser de eliminación, sumisión o en el mejor de los casos de tolerancia, siempre y cuando el otro diferente asuma su condición de inferioridad.

El gran filósofo de la liberación Enrique Dussel aborda la alteridad como un elemento fundamental para entender la colonialidad y comenzar a combatirla en un proceso liberador, para Dussel en el marco del proceso decolonial “la alteridad es el saber pensar el mundo desde la exterioridad alterativa del otro, lo que tiene como consecuencia el reconocimiento del otro como otro diferente al sí mismo, a través del encuentro cara‒a‒cara con el otro, el oprimido, el pobre; es decir, alguien que se escapa del poder del sujeto y que responde más bien a una experiencia y una temporalidad que no le pertenecen al sí mismo” (Córdoba y De La Calle, 2015, pág. 3); la alteridad  vendría a significar ponerse en el lugar del otro pero para ello primero es necesario reconocerlo, reconocer que existe y que es un sujeto igual, no superior ni inferior, que es fuente de conocimientos valiosos y tan importante como todos; este reconocimiento obliga al dialogo con ese otro, con sus saberes y conocimientos, con su experiencia y con las realidades de su entorno.

La interculturalidad como proceso de cara a la decolonialidad es definida por Wlash como interculturalidad crítica.

Con esta perspectiva, no partimos del problema de la diversidad o diferencia en sí, sino del problema estructural-colonial-racial  (…)  Desde esta posición, la interculturalidad se entiende como una herramienta, como un proceso y proyecto que se construye desde la gente y como demanda de la subalternidad-, en contraste a la funcional, que se ejerce desde arriba. Apuntala y requiere la transformación de las estructuras, instituciones y relaciones sociales, y la construcción de condiciones de estar, ser, pensar, conocer, aprender, sentir y vivir distintas. (Wlash, 2010, pag 6).

En otras palabras no se trata simplemente de tolerar las diferencias sin alterar las relaciones de desigualdad, subordinación y dominación, por el contrario se propone asumir las diversidades de todo tipo: color de piel, creencia religiosa, nivel socioeconómico, preferencia sexual, lengua o lugar de origen como oportunidades para el aprendizaje mutuo y la construcción de un mundo más justo para todos.

Hacia una pedagogía Liberadora Decolonial

Ahora bien algunos de los lectores, siendo docentes se preguntaran a esta altura de la presentación ¿qué tiene que ver lo abordado hasta ahora con la función y la práctica educativa?; en realidad tiene total relación, por cuanto el sistema educativo desde el enfoque colonial es un aparato de reproducción del modelo que Peter McLaren llama la ecología global de la explotación, una herramienta para dar continuidad a las relaciones de poder, al epistemicidio y la desigualdad, un modelo que convierte al docente consciente o inconscientemente en un pedagogo de la opresión, en un docente que instruye sin formar, que descontextualiza el aprendizaje desconectando al educando de su realidad, que asume a sus estudiantes como seres sin luz (alumnos), sin conocimientos a quien termina imponiendo sus ideas que en realidad no son suyas sino las del modelo en el que él mismo fue formado; es en consecuencia un oprimido que reproduce la opresión.

La alteridad e interculturalidad entendida en clave decolonial debe desafiar al docente a asumir una pedagogía liberadora inspirada en las enseñanzas del maestro Freire y los pedagogos nuestroamericanos que le precedieron, en docentes que asumen al educando como un sujeto, como un ser humano  con una historia y experiencia valiosa para la construcción colectiva del aprendizaje, proceso en el que el educador orienta y facilita los medios para la formación integral del educando a través del dialogo de saberes, en contacto permanente con las realidades de su entorno. Se trata de, En palabras de Walsh, “pedagogías que alientan nuevas formas de acción política, insurgencia y cimarronaje a la vez que construyen alianzas, esperanzas y visiones “otras” de estar en sociedad, dando sustancia y legitimidad del sueño ético-político de vencer la realidad injusta, y construir senderos otros”. (Walsh, 2010, pag. 26).

Como colofón de la presentación sería importante apuntar los desafíos que representa para el educador comprometerse con una pedagogía liberadora:

 

Desafíos:

 – Asumir que lo educadores, educandos y demás actores del proceso educativo son sujetos cognoscentes, con experiencias y saberes valiosos para el proceso de aprendizaje y construcción del conocimiento.

– Reconocer que el proceso educativo se desarrolla en un entorno socio-cultural y geo-histórico que debe estar presente en el contenido y práctica pedagógica.

– Establecer el dialogo de saberes en el marco del grupo educativo como herramienta para la reflexión y acción permanente, para la concienciación y transformación liberadora de la realidad.

– Promover la inclusión y participación democrática asumiendo la diversidad, y aboliendo las prácticas escolares de exclusión por razones raciales, socioeconómicas o de cualquier otra naturaleza.

– Convertirse en un agente agitador en su entorno laboral, con sus colegas, autoridades y la comunidad educativa en general.

 

Bibliografía:

Córdoba, M. E. & Vélez‒De La Calle, C. (2016). La alteridad desde la perspectiva de la transmodernidad de Enrique Dussel. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud.

Cortes, Juan. (2011). Construcción de Alteridad e Interculturalidad, en Betancur, Marta C., Choza Jacinto, y Muñoz Gustavo (editores), Narrativas Fundacionales de América Latina; Madrid, Themata/Plaza y Valdez.

Walsh, Catherine.(2010).  Interculturalidad Crítica y Pedagogía de-colonial: apuestas (des)de  el in-surgir, re-existir y re-vivir. Quito: uasb/abya yala.

Walsh, Catherine. (2008). Interculturalidad, plurinacionalidad y decolonialidad: las insurgencias político-epistémicas de refundar el Estado, Tabula Rasa (Bogotá), 9, julio-diciembre 2008.

 

Prof. Oswaldo Espinoza.

Profesor Asistente de la UBV.

Docente de Estudios Políticos.

Docente de la Maestría en Educación de la UBV.

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Lectura, Escritura y Universidad

Por: Luz Palomino/Otras Voces en Educación 

“No se escribe para ser escritor ni se lee para ser lector. Se escribe y se lee para comprender el mundo. Nadie, pues, debería salir a la vida sin haber adquirido esas habilidades básicas”. Juan José Millás.

Al referirnos a la temática de la lectura y la escritura en la universidad, nos estamos aproximando a un problema de vieja data, que hoy, a la luz de los vertiginosos avances de la ciencia y la tecnología, cobra una significación especial y una profunda relevancia, dadas las implicaciones políticas, educativas y socioculturales que comporta en la educación.

Debemos tener presente que la lectura y escritura reestructuran la conciencia, como dice Ong (1987), porque son parte de un proceso integrado del pensamiento. Es una actividad compleja que no podemos simplificarla con la asociación a dinámicas de redacción, como suele ser presentada en muchos artículos. La lectura y la escritura son procesos cognitivos que moldean las estructuras de pensamiento, razón por la cual construyen la epistemología de las personas. Vásquez Rodríguez (2000) afirma que escribir “es poner afuera nuestro pensamiento”, es “exponer nuestro yo”, en otras palabras, es hacer evidente nuestra subjetividad, pues la escritura refleja las estructuras de pensamiento que poseemos y a través de ella es posible reconocernos y que nos reconozacan.

En el mundo de la educación superior pareciera estarse construyendo consenso en cuanto a reconocer que hoy más que nunca, por vivir en la denominada era de la información y del conocimiento, de la lectura digital, de la imagén y las frases arbirariamente recortadas, es urgente replantearse el tema de la lectura y la escritura. Pareciera lógico pensar que el o la estudiante que llega a la universidad ya tiene una adecuada apropiación de la lectura comprensiva y la escritura que le permita comunicarse adecuadamente. Pero esto cada vez es menos cierto. Siendo la universidad un lugar para propiciar en el estudiante las habilidades para seguir aprendiendo, este desafio no solo tiene un carácter remedial sino incluso constructivo, como esfuerzo para que adquieran destrezas básicas con las cuales desarrolle las diversas posibilidades comunicativas; en síntesis, contribuir a que el estudiante logre analizar, apropiar y generar conocimiento relevante.

La lectura y la escritura son procesos estructurantes que en los diferentes niveles de escolaridad median la relación con los textos, con el conocimiento, consigo mismo y con la sociedad. En la educación superior son recurrentes las críticas sobre los desempeños en lectura y escritura de los estudiantes universitarios, lo que ha llevado en algunas ocasiones a dirigir las sospechas y las críticas a la calidad de la enseñanza en la educación media, básica secundaria y primaria, o a sospechar de los estudiantes y sus capacidades, o de la familia y sus condiciones. Pero esto no puede ser un torneo de distribución de culpas.

Lo cierto es que desde el punto de vista pedagógico, no caben dudas respecto a que uno de los componentes transversales que debe trabajarse hoy en día en las universidades, es el que corresponde a los procesos de formación de las competencias en la lectura y escritura; el saber leer, escribir, comprender y reflexionar adecuada y asertivamente, es primordial para la formación universitaria exitosa.

En Venezuela al igual que en otros países de América Latina, la lectura y la escritura en la educación superior se han convertido en objeto de interés debido a que estos procesos inciden directamente en el desempeño académico de los estudiantes y en temas tan sensibles en la vida de las instituciones como la calidad académica, la producción de conocimiento, las dificultades de comunicación, la repitencia y la deserción, entre otros.

La lectura comprensiva y escritura académica deberían ser presentadas como parte del universo de posibilidades de formación continua que ofrece la universidad, como parte del incentivo al espíritu crítico y reflexivo de los estudiantes. Sin embargo, muchas veces se ve relegada a instancias de evaluación y comprobación de saberes. Ello preocupa porque en el ámbito académico, se pueden establecer puntos de vista viciados, que termienen excluyendo de hecho.

Por un lado, está el docente quien considera que sus estudiantes no cumplen las expectativas que él tiene de ellos, al valorar que no leen los materiales, o que los leen y no los comprenden, sin que ello vaya acompañado de una acción que tienda a resolver el problema, mostrando con ello limitaciones en la comprensión de su tarea real en el aula. Por otro lado, están los estudiantes, quienes consideran a la lectura y escritura como una obligación a cumplir, sin otro sentido que la aprobación de una asignatura; como señala Bonilla-Molina (2018), la pérdida del sentido de aproximación a la lectura como un deseo y una satisfaciión cognitiva es evidencia de la crisis de los sistemas educativos en el marco de la tercera revolución industrial.

Cassany (2010) plantea que las investigaciones en este campo revelan que no existe certeza que la información que circula en la actualidad, mediante diversos formatos sea leida y comprendida a cabalidad. Se evidencia de este planteamiento que la problemática de la comprensión lectora no es de un sector particular, sino por el contrario de todo el colectivo. Así, en Venezuela, Matos (2009, p.10), reflexiona en torno a la problemática de la lectura y la escritura en la universidad y expresa que:

“… en nuestro contexto, se valora peyorativamente, pues se considera que esa es una actividad propia de los primeros niveles de la educación inicial y de la educación básica, así que nuestra meta es impartir el conocimiento específico de la ciencia a la que estamos adscritos”.

De ahí que el autor recomienda que tanto la lectura como la escritura sean tratadas de manera interdisciplinar, con responsabilidad y compromiso de todos en la comprensión y producción textual. Eso incluye a los docentes universitarios que terminamos despachando el tema como un problema de otro nivel del sistema educativo, como si estuvieramos hablando de una producción insdustrial de ensamblaje de partes.

Los estudiantes de educación universitaria necesitan desarrollar y consolidar los procesos de lectura y escritura, como alternativa para alcanzar un mayor acceso a las diferentes áreas del conocimiento y para perfeccionar su formación profesional. Adquirir adecuadas competencias de lectura y escritura académica les proporcionará herramientas indispensables para su cabal inserción en una sociedad pluralista y diversa. En consecuencia, en la Universidad que funciona como tejido organizativo complejo y comunicacional, generador de conocimiento, resulta importante que se incluya en su planificación y acciones educativas, las iniciativas dirigidas a propiciar la lectura y la escritura en los estudiantes, conforme a las expectativas y requerimientos del presente y, por supuesto, de una manera más vivencial.

Es importante tener presente que la lectura y escritura se configuran como herramientas de aprendizajes, allí cuando se logra consegui y enfocar el esfuerzo en la actividad cognitiva del estudiante vinculada a su realidad. En ese aspecto, la reflexión, el conocimiento de la estructura conceptual de la información y la elaboración de conceptos, subconceptos y textos, favorece la construcción de conocimientos, construye conciencia de vinculación del saber con la realidad y por supuesto ayuda a mejorar las competencias metacognitivas.

Referencias Bibliograficas

  • Cassany, D. y Morales, O. (2008). Leer y Escribir en la Universidad: Hacia la lectura y la escritura crítica de géneros científicos. Documento en línea. Disponible en:http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/16457/1/leer_universidad.pdf. Consulta: 10/02/2018.
  • Álvarez, J. (2003). Cómo hacer investigación cualitativa. Fundamentos y metodología.México. Paidós Educador.

 

*Elaborado para Otras Voces en Educación.

*Fuente de la imagen: https://compartirpalabramaestra.org/blog/lectura-y-escritura-aspectos-que-transforman-el-pensamiento-y-la-experiencia

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Piensa más… y acertarás

Por: Pedro Uruñuela

El desarrollo y aprendizaje del pensamiento crítico es posible en las aulas, en cualquiera de las materias. Con él, el alumnado será capaz de una mayor creatividad en la búsqueda de soluciones a problemas o en la detección de información falsa.

La preocupación por las “fake news”, las noticias falsas ha aumentado considerablemente. Hace poco leíamos que el presidente Trump, en sus dos años de mandato, había lanzado casi 8.000 noticias, difundiendo situaciones, afirmaciones o problemas que eran totalmente falsas. Ante el auge de este tipo de hechos, algunos periódicos digitales han incluido en sus páginas una sección dedicada a desmontar bulos y otras noticias falsas.

Las consecuencias para la convivencia son claras. Una manera de reforzar el discurso del odio es lanzar una noticia falsa, que señala a un colectivo concreto (emigrante, refugiado, gitano, etc.) como responsable de algo que ha pasado y que no es cierto: desde un grupo robando en un supermercado a otro agrediendo al personal sanitario en un hospital, pasando por otras situaciones que sirven al desprestigio de un determinado colectivo. Son mucho quienes, sin ningún tipo de reflexión previa, se creen lo que leen a pies juntillas, reforzando actitudes que llevan al desprecio e, incluso, al odio hacia estas personas y grupos.

¡Cuántas noticias falsas, rumores y acusaciones se propagan de esta manera! Son muy pocas las personas que se preguntan por su veracidad, por su origen, por la validez de sus fuentes. Rumores infundados, acusaciones falsas, atribuciones de hechos que no son ciertos, como el uso indiscriminado y abusivo de determinados servicios o la mayor facilidad para el acceso a las ayudas sociales. Se aceptan tal y como se escuchan, reforzando prejuicios hacia personas y colectivos que en nada contribuyen a una buena convivencia.

De esta forma se plantean también algunos conflictos en los que pueden estar implicadas personas de determinados colectivos no mayoritarios. Así, es posible escuchar cómo hay más maltratadores de mujeres entre el colectivo inmigrante que entre los del país; o cómo se dan más problemas de convivencia en barrios donde hay un porcentaje alto de personas ‘distintas’, sin aportar ni un solo dato que justifique y demuestre estas afirmaciones.

La falta de sentido crítico subyace a estas actitudes. No se analizan las fuentes de las que proceden, no se miden sus consecuencias, no se busca contrastar los datos que se manejan. Solo se recuerdan los datos que favorecen esa idea concreta, dejando de lado aquellos que la contradicen. Un único caso, que al parecer han conocido, se convierte en categoría y se generaliza a todos los miembros de ese colectivo. Y así podrían ir describiéndose el desarrollo de muchas situaciones, prejuicios o estereotipos, o la narración de un conflicto en concreto. Por eso es imprescindible trabajar el pensamiento crítico, el pensamiento que se pregunta por el origen y evidencia de estas noticias, por la base en la que sustentan, por su fiabilidad y credibilidad.

Desarrollar el pensamiento crítico es fundamental para la consolidación de la convivencia positiva. Hemos insistido en numerosas ocasiones que, para el crecimiento de ésta, era importante trabajar las capacidades que la hacen posible, señalando en primer lugar el desarrollo de los diversos tipos de pensamiento y del pensamiento crítico. Como se suele decir, si una persona tiene hambre y le proporcionas un pez, calmará su hambre ese día. Pero si le enseñas a pescar, habrá solucionado el problema para toda su vida. En la convivencia sucede lo mismo: enséñale a pensar junto con otras capacidades, no te limites a acciones puntuales, y le habrás facilitado el desarrollo de la convivencia positiva en cualquier escenario y para toda la vida.

El pensamiento crítico parte de no dar nada por cierto, por preguntarse cuáles son las bases en las que se apoyan determinadas afirmaciones, cuáles son las evidencias, el origen de las noticias, cuáles son los argumentos que dan consistencia y sirven de base a las opiniones o proposiciones que se escuchan en la calle y en los medios de comunicación.

El pensamiento crítico no trata de establecer cuál es la verdad e imponerla a todas las personas. Por el contrario, busca “enseñar a pensar”, a cuestionarse las afirmaciones que nos llegan, a indagar en las razones en las que se apoyan. Implica una forma de trabajo, una manera de abordar los temas, una actitud ante los hechos y sucesos. Supone un planteamiento contrario al dogmatismo, a la verdad absoluta que no se discute, que se impone de forma acrítica y, en muchas ocasiones, a través de la fuerza. Es el polo opuesto al adoctrinamiento, que busca introducir en la otra persona una determinada visión de las cosas, sin dejar hueco para su cuestionamiento y análisis.

En nuestros tiempos, el trabajo y desarrollo del pensamiento crítico se ha convertido en una necesidad de primer orden, teniendo en cuenta la globalización y difusión que tienen las ideas y noticias en nuestra sociedad. Enseñar a pensar es una de las tareas fundamentales de la educación de nuestros días, si verdaderamente buscamos hacer personas autónomas e independientes. Necesitamos superar el viejo planteamiento de nuestro Antonio Machado (Proverbios y Cantares, 85) de que “en España, de diez cabezas nueve embisten y una piensa”.

¿Cómo se puede trabajar el pensamiento crítico? ¿Cómo se puede capacitar de esta forma a los alumnos y alumnas para una buena convivencia? Trabajando y desarrollando los diversos tipos de pensamiento, aprendiendo su uso y práctica en todos los niveles, tanto escolares como de la vida fuera del centro. Siguiendo a Spivack y Shure, son cinco los tipos de pensamiento que hay que trabajar.

En primer lugar, el pensamiento causal, el pensamiento que describe los hechos sin mezclarlos con valoraciones ni evaluaciones, que se pregunta por las causas que los han provocado, que busca y sabe encontrar la información y sabe interpretarla. Se trata de un pensamiento diagnóstico que sabe definir bien el problema y atribuirlo a sus causas verdaderas.

Muchas de las falsas noticias, de los bulos y prejuicios que recorren las redes, no resistirían un análisis desde este tipo de pensamiento causal: se mostraría su base emocional y no racional, la falta de bases fiables, la debilidad de sus apoyos, etc.

En segundo lugar: el pensamiento alternativo, la capacidad de imaginar el mayor número de soluciones posibles ante un problema o conflicto, superando el pesimismo de que no se puede hacer nada y la actitud de querer solucionarlo todo por las malas. Se trata de buscar el mayor número posible de salidas, algo que nos suele costar mucho a las personas y, en especial, a los docentes. Es el pensamiento de la creatividad, imprescindible para una relación humana justa, eficaz y asertiva. Se trata de un tipo de pensamiento imprescindible a la hora de abordar los conflictos buscando salidas pacíficas y positivas.

El pensamiento consecuencial es el tercer tipo de pensamiento. Frente a la impulsividad o improvisación, plantea analizar las consecuencias de nuestros actos, ya que estas van a determinar cuál de las propuestas es la mejor. En cuarto lugar, el pensamiento de perspectiva nos lleva a ver las cosas desde el punto de vista del otro, sintonizando afectivamente con él, algo fundamental para una buena convivencia. Es un pensamiento clave para la no violencia y no agresividad, el pensamiento de la sintonía y la comprensión.

Por último, en quinto lugar, el pensamiento medios-fin, que concreta y precisa los objetivos propios, los ordena según la prioridad y sabe planificar los medios necesarios para alcanzarlos en el tiempo propuesto.

El desarrollo de estos tipos de pensamiento es posible a lo largo de la acción docente habitual del profesorado, buscando la aplicación en el aula de cada uno de ellos, planteando a los alumnos y alumnas preguntas adecuadas acerca de qué es lo que hay que hacer, cuáles son las formas posibles de hacerlo, cuál es la mejor y qué necesitamos para conseguirlo, algo que se puede hacer desde todas las áreas del currículo. También pueden trabajarse de manera específica para el análisis de conflictos o situaciones de mejora de la convivencia. El dominio de los cinco tipos de pensamiento es fundamental para el trabajo del alumnado mediador o ayudante, y así se trabaja en su formación.

Sobre la base de los cinco tipos de pensamiento se hace posible el pensamiento crítico. Se aprende a distinguir la base de las afirmaciones falsas acerca de determinados colectivos, o de la propaganda que nos quiere hacer ver lo que a determinados negocios les interesa. Suele decirse lo de “piensa mal y acertarás”. Es mucho mejor decir que “piensa MÁS y acertarás”.

Imagen y fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2019/02/12/piensa-mas-y-acertaras/

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Estados Unidos: Comunicarse a través del pensamiento, más cerca gracias a un videojuego

Redacción: Ideas Retina

Unos investigadores consiguen crear una ‘red social cerebral’ en la que tres personas juegan de forma colaborativa a una especie de Tetris… sin hablarse ni pulsar teclas

Imagina poder comunicarte con otras personas a través del pensamiento, como hace Darth Vader con Luke Skywalker en El Imperio contraataca. Parece una locura, pero lo que hasta ahora no era más que un sueño milenario, debidamente explotado por la literatura y el cine fantástico y de ciencia ficción, está más cerca que nunca de hacerse realidad.

Atención, spoiler: enviar ideas a otros seres humanos a través de la mente ya se había conseguido con anterioridad. Lo logró en 2015 el investigador Andrea Stocco, de la Universidad de Washington en Seattle. Este mismo científico ha conseguido ahora incluir una tercera persona en la ecuación, creando lo que ya se ha bautizado como la primera red social cerebral de la historia.

Stocco y sus colegas han creado una herramienta que permite resolver una especie de Tetris de forma colaborativa. BrainNet (así se llama la citada red) conecta a los participantes en la comunicación a través de dos herramientas: el electroencefalograma (EEG), que registra la actividad bioeléctrica del cerebro (normalmente a través de una especie de diadema), y la estimulación magnética transcraneal (EMT), que permite interferir de manera controlada en la actividad normal del cerebro.

“Nuestros resultados aumentan la posibilidad de crear futuras interfaces de cerebro a cerebro que permitan la resolución colaborativa de problemas por parte de varias personas mediante una red social de cerebros conectados”, indican Stocco y sus cinco colegas en el abstract de su investigación, que puedes consultar en este enlace.

Fuente: https://retina.elpais.com/retina/2018/11/05/tendencias/1541439972_536936.html

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